Mientras tanto, la empresa tecnológica Microsoft enfrenta amenazas de boicot por su colaboración con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por su sigla en inglés). Durante el fin de semana resurgió una publicación de su blog del mes de enero, en la que la compañía afirmaba estar “orgullosa de apoyar” al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas y sostenía que la tecnología de Microsoft podía ayudar a la agencia a “acelerar el reconocimiento facial y la identificación” de personas.

En respuesta a la indignación que se expresó en internet y a las amenazas de boicot, la empresa declaró: “Microsoft está consternada por la separación forzosa de sus familias de decenas de miles de niños en la frontera”.