Nadie subestima a Novak Djokovic o Rafael Nadal. Tampoco a Roger Federer. Es demasiado prematuro.

Pero el desenlace de la Copa Masters de la ATP dejó planteado una fascinante temporada 2021 en el tenis masculino, con el surgimiento de Daniil Medvedev y la consolidación de Dominic Thiem, dos veinteañeros que parecen tener las virtudes para ascender a la cumbre del deporte.

Forman parte de una camada de jugadores que también incluye a Stefanos Tsitsipas, Alexander Zverev y Andrey Rublev. Todos dan señales que son una realidad, y con la calidad para dar el siguiente paso. Cada uno esgrime argumentos para encender discusiones, mientras se aguarda la reanudación en Australia en enero, si la pandemia de coronavirus lo permite.

“Hemos demostrado que podemos fajarnos con las leyendas, que también podemos ganarles y que también podemos ganar en las grandes citas”, dijo Thiem, cuya consagración en el Abierto de Estados Unidos en septiembre le dio su primer trofeo de Grand Slam.

Fue el resumen que dio el austriaco la noche del domingo en Londres tras sucumbir 4-6, 7-6 (2), 6-4 ante Medvedev en la final de la Copa Masters, el último partido del año.