El grupo rebelde M23, de la República Democrática del Congo, puso fin a un levantamiento que lleva veinte meses, al declarar su rendición. El M23 afirma que abandonará el conflicto armado e intentará lograr una solución negociada, tras haber sido desplazado de sus dos últimos reductos de poder. Miles de personas han muerto y más de 800.000 han sido desplazadas desde que el grupo de ex soldados tomó las armas en abril de 2012. Ruanda ha sido acusada de apoyar las operaciones del M23 en el Congo, pero se informó que su apoyo disminuyó en las últimas semanas. Durante una cumbre de líderes africanos realizada en Sudáfrica, la Presidenta de Malawi, Joyce Banda, realizó un llamamiento a la paz.
La Presidenta Banda declaró: “Para lograr paz y estabilidad general en el este de la República Democrática del Congo (RDC), las partes del conflicto deberían no solo restringir el uso de la fuerza, sino también ejercer un alto grado de cooperación y tolerancia para evitar un recrudecimiento de la guerra. Las mujeres y los niños de RDC merecen paz y merecen un futuro mejor. Las mujeres están muriendo, están siendo violadas. Los niños son asesinados y mutilados. La vida no puede continuar así. Quiero llamar a los líderes de ambas partes a dar una oportunidad a la paz”.
Se prevé que las negociaciones entre el gobierno del Congo y el grupo M23, que son mediadas por el país vecino Uganda, se reanudarán en las próximas semanas. El enviado especial de Estados Unidos en el Congo y la región de los Grandes Lagos, el ex senador Russ Feingold, saludó hoy la rendición del M23 como un importante primer paso.