CIUDAD DE MÉXICO — De acuerdo a la Prensa Asociada, El presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó el martes dejar sin efecto “todas las medidas en las que se haya traducido la aplicación de la llamada reforma educativa”, los cambios estructurales aprobados por la anterior administración en ese sector y que generaron posturas muy enfrentadas y un amplio rechazo entre los maestros.
Según el memorándum firmado por el mandatario y que sería aplicado a partir del martes, esa suspensión de la reforma estará vigente hasta que se alcance un consenso entre el Congreso, los trabajadores de la educación y la sociedad.
La orden de López Obrador establece que será la Secretaría de Hacienda la que controle el pago de salarios de los maestros mientras que la de Educación administrará las plazas e implicará la puesta en libertad de maestros y luchadores sociales encarcelados por haberse opuesto a la reforma pero no está claro todavía qué otros efectos podrá tener.
La reforma educativa aprobada por la administración de Enrique Peña Nieto y consagrada en la constitución mexicana supuestamente suponía una modernización del sector y quitaba poder a los sindicatos, encargados hasta entonces de controlar y gestionar las contrataciones y promociones de los profesores. También pretendía acabar con la compra-venta de plazas y establecía exámenes y evaluaciones para los docentes.
Pero sus críticos argumentaban que no tomaba en cuenta las desigualdades históricas y regionales existentes en los centros educativos y ponía en riesgo la educación universal, pública y gratuita.
El exmagistrado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, José Ramón Cossío, indicó vía Twitter que la orden de López Obrador “carece de fundamentación y motivación” y será “fácilmente impugnable jurídicamente”.