Screen Shot 2013-11-04 at 10.15.08 AMPor Miguel Ignacio Acabal
Milwaukee – El escándalo desatado en los últimos días acerca de la política institucional del Gobierno estadounidense de espiar a gobiernos y personalidades influyentes en todos los continentes (…) ni El Vaticano se salvó de dicho espionaje, según una publicación de la cadena Univisión.
La televisora cita por su parte, una divulgación del semanario italiano Panorama que ya hizo una primer entrega y continuará con una segunda hoy (viernes), que la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés), habría interceptado las conversaciones telefónicas entre altos prelados de la ciudad de El Vaticano cuando estaba en “capilla ardiente” las negociaciones de la elección del nuevo papa a inicios de este año. De acuerdo con Panorama, además de interceptar las referidas conversaciones en El Vaticano, también eran interceptadas las que se hacían en la residencia Domus Internationalis Paolo VI de Roma, donde estaba alojado el arzobispo de Buenos Aires, Argentina, Jorge Mario Bergoglio, antes de ser electo papa en sustitución de Benedicto XVI.
Esta práctica supone que el Gobierno norteamericano sabía con certeza cómo iban dichas negociaciones y, por lo tanto, se iba enterando muy de cerca quién iba a ser el sustituto del papa Benedicto XVI; o sea que la Casa Blanca ya conocía las preferencias o las inclinaciones de los miembros del Cónclave antes de oficializar el nombre del nuevo papa.
Panorama cita documentos que habría manejado el ex técnico informático de la CIA, Edward Snowden, que se intervinieron al menos unas 46 millones de conversaciones telefónicas, de las cuales se producían tanto en El Vaticano como en el Domus Internationalis Paolo VI.
El plan de espionaje de los Estados Unidos en este caso particular, habría empezado desde el 10 de diciembre del año pasado hasta el 8 de enero de este año, según la revista en alusión; e incluso se asegura que la CIA ya sabía de que el papa Benedicto XVI iba a renunciar de su cargo como cabeza de la Iglesia Católica.
El Cónclave anunció el pasado 13 de marzo al cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio como el sucesor de Benedicto XVI, y que el nuevo Pontífice se auto denominaría Francisco I; este nombre lo adoptó en honor a Francisco de Asís como fiel admirador suyo.
La “caja de pandora” de la política de espionaje de los Estados Unidos comenzó hace unas semanas cuando salió a luz pública de que la presidenta brasileña Dilma Vana Roussef había sido espiada por el Gobierno estadounidense; luego salieron a relucir más nombres de otros gobernantes que habían sido espiados de igual manera.
Un alto funcionario del Gobierno norteamericano justificó esta semana que la política institucional de espionaje de los Estados Unidos en casi todos los países del mundo, ha evitado atentados terroristas en muchos lugares donde se producen estos actos de esta naturaleza como los que ocurren en países del Medio Oriente.