El gobernador Ricardo Rosselló dijo que hay confinados dispuestos a irse a cumplir sentencia en cárceles de los Estados Unidos, según lo propone el plan fiscal que presentó el viernes.
Sin embargo, tras conocerse la iniciativa, confinados y sus familiares criticaron la propuesta de trasladar a unos 3,500 presos para lograr ahorros de decenas de millones de dólares en el gasto público.
El gobernador indicó hoy en conferencia de prensa que hay un plan piloto que se aprobó hace cinco años donde se le dio la oportunidad a presos de ir a otras instituciones en Estados Unidos.
Al indicar que esto es voluntario, dijo que entre los beneficios que tendrían está una mejor educación y trato.
“Ya hay evidencia de que hay disponibilidad para ciertos reos tomar esa decisión”, mencionó el ejecutivo quien aclaró que el pago lo tiene que hacer el gobierno de Puerto Rico.
“El diferencial entre lo que se paga hoy por un confinado versus lo que se paga allá es más de dos veces la diferencia. ¿De dónde surge esta diferencia? De muchas áreas. Pero una bien particular es que…el personal del Departamento de Corrección y Rehabilitación está altamente atareado y utilizan muchas horas extras. Eso es parte del sobregasto que se tiene”, argumentó.
El gobernador argumentó que “al tener un sistema más controlado, con el manejo adecuado de las personas, uno puede bajar aquí el costo en Puerto Rico y entonces mitigarlo con lo que sería también (llevarlos) allá en los Estados Unidos”.
Con los traslados, el gobierno espera ahorrar $17.2 millones -en el año fiscal 2019- hasta llegar a $46.9 millones en 2022.