El lunes continuó la resistencia generalizada contra la prohibición migratoria de Trump en todo Estados Unidos y el mundo, en casi todos los sectores de la sociedad: desde las calles a Silicon Valley y a los pasillos de Washington. Más de 200 funcionarios del Departamento de Estado y diplomáticos firmaron borradores de un memorando en rechazo a la orden ejecutiva de Trump. Uno de los borradores afirma: “La prohibición se opone a los valores centrales estadounidenses y constitucionales que nosotros, como funcionarios federales, juramos proteger… Tenemos la obligación especial de mantener un sistema migratorio que carezca todo lo posible de discriminación, que no incluya exámenes religiosos reales o implícitos y que considere a las personas como personas, no como parte de grupos estereotipados”. Cuando el lunes se dio a conocer la noticia del memorando de rechazo, el secretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, amenazó a los funcionarios del Departamento de Estado y dijo que deberían renunciar si no están de acuerdo con el “programa” de Trump.

El secretario de prensa Sean Spicer dijo: “Estamos hablando de 109 personas de siete países que identificó el gobierno de [el expresidente Barack] Obama. ¿Y estos burócratas de carrera tienen un problema? Creo que deberían aceptar el programa o marcharse”.