El desmayo de una empleada del Centro de Servicios al Conductor (Cesco) de Carolina justo en el momento en que iba a ser arrestada por alegado fraude ha dado de qué hablar.
De hecho, la mujer requirió de asistencia médica y se informó que padecía del corazón.
Tras difundirse las imágenes, en que se nota el nerviosismo de la empleada que prácticamente cae sentada en una silla, fueron muchos los que pusieron su creatividad o su cinismo a pasear, dando pie a numerosos chistes, fotomontajes y hashtags.
Sepa, sin embargo, que impresiones fuertes, como la de un arresto en el lugar de trabajo, pueden causar varias complicaciones de salud, que son bien difíciles de fingir, según explicó la doctora Belinda Rodríguez, especialista en medicina de familia.
“Alguien que no sepa lo que es, no va a lograr fingir un desmayo. Se podría hacer, pero es bien sencillo detectar cuando es una reacción que no es verdadera”, aseguró la doctora.
El asunto está en que no todo el que se desvanece o pierde la fuerza en las piernas pierde la consciencia por completo, aseguró la experta.
“Por ejemplo, en situaciones como la de (ayer por) la mañana en que vimos a esta señora temblando y como que se fue, suelen ser episodios de quien entra en estado de pánico y comienza a hiperventilar. Cuando esto ocurre, suben los niveles de CO2 (dióxido de carbono) y eso causa un estado de nublamiento o de mareo que no necesariamente tienen que perder la consciencia, pero sí se les cierran los ojos, los llamas y no te responden, no saben donde están y es por esa hiperventilación”, explicó.
También se considera que es un ataque de prehisteria y es normal que las personas se agarren el pecho porque les falta el oxígeno de tanto respirar a toda velocidad.
Según Rodríguez, una impresión o emoción fuerte puede desencadenar una condición cardiaca y alterar el ritmo del corazón. Y si ya la persona tiene problemas cardiacos o una enfermedad, puede llegar a tener un infarto o una arritmia cardiaca que le suba la presión.
Todas esas reacciones causan desvanecimiento.
“Una persona con condición cardiaca que pasa por una situación no esperada puede tener una reacción en la que le suba la presión, le falte el aire, o le dé un síncope o un desmayo. Y puede producirse un dolor y puede llegar a ser fatal”, indicó la doctora.
Sin embargo, es imposible saber o predecir cómo una persona va a reaccionar ante algo que le cause una gran impresión.
Si se trató de un ataque de ansiedad, la persona se puede recuperar en 10 o 15 minutos, detalló Rodríguez. En esos casos, puede ser que oler un paño con alcohol o vinagre, o unas palmaditas en la mano hagan que la persona empiece a salir de ese estado, pero de inmediato no va a poder hablar, saber dónde está, qué pasó, quién le está hablando o seguir instrucciones.
Si la persona se desvaneció por completo, nada de eso va a funcionar y podría ser indicativo de que algo más grave está pasando con su salud.
La doctora recomendó que, en caso de que se pueda, hay que instruirle a la persona afectada de respirar más calmada, advertirle que se va a marear y en tratar de darle oxígeno.