Roberto A. Nodal

La isla de Cuba es, al igual que otras de las Antillas, un país donde la cultura africana ha mantenido siempre profundas raices, no solo en base del oprobioso sistema esclavista durante la época colonial sino también a consecuencia de migraciones de otros paises caribeños durante distintas etapas.   A principios de siglo, por ejemplo, y entre 1915 y 1937 mas especificamente, miles de haitianos partieron inentirumpidamente de su país de origen hacia la geograficámente vecina región oriental de Cuba, por razones económicas, en tiempos de prosperidad de la naciente industria azucarera, y que por tal requería de mano de obra barata.   Dicha presencia dejó eventualmente una perceptible e importante huella en la cultura y la sociedad cubana, y muy sobre todo en la música, pero eventualmente cuando la producción azucarera cubana empezó a decaer, a finales de la decada de los treinta y en gran parte debido a la grave situación mundial en esos tiempos, los haitianos fueron forzosamente repatriados, resultando en profundas e irreparables rupturas y separaciones familiares.

Tal lamentable capitulo en la historia de Cuba es el punto de enfoque del ultimo documental, titulado “Reencuentros,” que la bien conocida cineasta cubana Gloria Rolando nos presentará este próximo sabado 15 y lunes 17, a las siete de la tarde, y el domingo 16 a las cinco,  en el UWM Union Cinema (Kenwood Boulevard casi esquina a Maryland), a lo que posteriormente seguirá una charla y discusión, en inglés y español, con la participación del publico presente.

Su trabajo cinematografico se lleva a cabo principalmente en Cuba pero su fecunda y meritoria labor investigatoria durante las ultimas dos decadas, sobre distintos aspectos de la diáspora africana, y particularmente en Cuba, cuenta con amplia proyección y reconocimiento internacional, habiendola hecho acreedora del prestigioso premio Medalla Federico Fellini (en honor al notable director italiano) en 2009, y otorgado por la UNESCO, la organización de las Naciones Unidas para la educación, la sociedad y la cultura.

Esta visita resulta su primera aquí en doce años.   Cuando aquello, en 2002, su ultimo trabajo lo había sido “1912: Voces para un Silencio,” una drámatica narración conmemorativa a los cien años de la protesta armada (conocida como “La guerrita de 1912”) por miembros y simpatizantes del denominado “Partido Independiente de Color,” y la consecuente brutal represión por parte de las autoridades cubanas de la época.   El documental, desarrollado en tres partes, evidencia y resume, con gran fuerza racional y emotiva, las multiples contradicciones ideológicas –entre ellas el racismo contra negros y mulatos- y las divisiones sociales y políticas existentes luego de la independencia de Cuba por parte de España, a la vez que hace reflexionar sobre los origenes e implicaciones de dicha revuelta.    Igulamente formula la tesis de que el gobierno de Estados Unidos presionase entonces al de Cuba, en tiempos en que el primero contaba de considerable influencia sobre el segundo, para que con fuerza, por el temor del impacto que tal movimiento político afro-cubano allá pudiese tener sobre la población negra norteamericana, particularmente en el sur, en tiempos cuando la segregación racial se hacía cumplir con mano ferrea y sin contemplaciones de ninguna clase.

Hemos hecho referencia, a falta de espacio, a solo dos de sus proyectos filmicos.  Entre los próximos:  Evidenciar el papel que una orden de monjas afro-norteamericanas, con sede en Baltimore, jugó en la propia vida de la cineasta, la de su madre, y otras mujeres cubanas de su generación, y al igual que otras de sus previas narraciones, esta es una que clama por su divulgación.

Hay que señalar aquí que la obra filmica de Gloria Rolando, la cual actua no solo como directora sino además guionista, se apoya en la cooperación de un grupo de expertos investigadores, archivistas, historiadores, academicos, museológos, expertos y aún los propios participantes de la narración, para aportar así un documento filmico de un contenido solido y objetivo, que sirva como marco de referencia para el presente y el futuro.   Es por tal que estas presentaciones cobren aún mayor peso para aquellos que desean conocer mas a fondo las realidades históricas y culturales de Cuba, América Latina y el Caribe.