22416-roberto-nodal-pix-1Un Próximo e Histórico Viaje a La Habana

Roberto A. Nodal

    El anuncio de la mas que sin precedentes visita que el 21 y 22 de marzo realizará el Presidente Obama a Cuba –algo que hubiera sido casi impensable hasta hace poco, y la primera de un primer ejecutivo norteamericano en funciones en casi cien años- es la culminación en el proceso de normalización de relaciones entre los dos paises tras decadas de mutua hostilidad y continua enemistad.  Obama -el cual afianza así su legado en política exterior- ha subrayado que viajará a la isla para promover “los esfuerzos y avances que mejoren la vida de los cubanos” y ha insistido en que no excluye a nadie de sus posibles entrevistas con diversos sectores de la población, incluyendo miembros de la disidencia interna, y que entre sus prioridades está la libertad de expresión y el pluralismo político.

    Si Raúl Castro diera pasos mas drásticos y concretos en ese sentido, eso supondria un cambio vital en un escenario que, desde que se anunciara la normalización de relaciones EEUU-Cuba, en diciembre de 2014, ha atestiguado la presencia mayor de una comunidad internacional volcada hacia Cuba pero que a cambio la de un gobierno que ha dado escasas muestras de liberalización o  apertura real.  El mismo Raúl inclusive ha dejado claro en muchas ocasiones que la revolución nunca abandonará sus principios socialistas, e implicitamente de partido unico, y sus servicios basicos a la población, como cuidado de salud y educación gratuitos.   A pesar de que la administración Obama ha dado gradualmente pasos concretos para cimentar la nueva relación -como el establecimiento de vuelos directos entre los dos paises- todavía quedan por delante complejos y espinosos problemas por resolver, como –entre otros muchos- lo referente al embargo, la multi millonaria compensación de las propiedades expropiadas por Cuba a intereses norteamericanos a principios de la revolución y las reclamaciones cubanas de miles de millones por perdidas a  consecuencia de dicho embargo, así como lo referente a la devolución del territorio que ocupa en Cuba la base de Guantanamo.

    La reacción inicial de Cuba a la visita de Obama ha sido hasta ahora diplomáticamente cautelosa, tal y como aclaró un portavoz de la cancilleria cubana al señalar de que el Presidente norteamericano es bienvenido en Cuba y que será recibido con respeto y afecto pero que sus planes de reunión con miembros de la disidencia y el tema de los derechos humanos solo compete a los asuntos internos del país.

    Anticipamos que multiples nuevos acuerdos saldrán de esta mas que histórica visita y sin duda el tema del ya referido embargo resultará prominente en la agenda de Obama.  Se dice que el embargo sigue siendo el mayor obstaculo al desarrollo de la isla pero aún si el mismo fuese a cesar de inmediato todos los problemas económicos de la isla no cesarían automaticamente.   El gobierno cubano debe tomar medidas mas agresivas y energicas –quizás al estilo de China o Vietnam- y que estimulen la inversión y un mayor flujo de capital.   Así solamente Cuba podrá salir del estancamiento en que se encuentra.   Estamos seguros de que Raúl sabe eso pero es posible exista el temor de que cambios drásticamente subitos pudiesen conducir a potencialmente arriesgadas consecuencias.

    A pesar de que en este proyectado viaje a Cuba –el cual sin duda le ganará a Obama elogios y criticas- el Presidente, en varios aspectos, estará caminando sobre una especie de cuerda floja, y si bien inicialmente lo mas probable es que de dicho viaje no salgan resultados inmediatos es igualmente cierto que, de alguna forma, Obama pudiera estar sembrando pequeñas semillas que, a un plazo mas largo, contribuyesen a dar frutos mas concretos.   El tiempo, sin embargo, tan solo tendrá la ultima respuesta.