Raúl Enríquez, certero pasador y cobrador de jugadas a balón parado del FC Juárez, sabe cómo jugar Liguillas y disputar títulos.

Amuleto y símbolo de fases finales, en todos los equipos en los que el futbolista originario de Armería, Colima, ha militado, ha entrado a la ‘fiesta grande’.

“Tengo esa fortuna, esa suerte de, en todos los equipos que he estado, jugar final. Acá, no quiero que sea la excepción, una Liguilla más. Eso, es lo más lindo que puede haber para un futbolista”, enfatizó. Desde los extintos Petroleros de Salamanca hasta los Mineros de Zacatecas, con un inter y un paso glorioso por Xolos de Tijuana y Dorados Sinaloa, Enríquez Arámbula ha sido un invitado frecuente y distinguido en estas instancias.

En ellas, ha saboreado y disfrutado las mieles del éxito como en la final de ascenso del 2015, con Dorados Sinaloa, en la cual, marcó tres goles y ‘vacunó’ a los Rayos del Necaxa, entonces dirigidos por Miguel de Jesús Fuentes.

Para llegar a esa final por el cambio de categoría, en el

Clausura 2015 fue campeón con Dorados Sinaloa sobre San Luis, equipo en el que jugaban sus ahora compañeros Edgar Mejía y Leandro Carrijo.

Con los Xolos, club en el que fue un jugador emblemático, logró el ascenso a Primera Nacional en el 2011 sobre Irapuato y levantó la copa en la Liga MX, a costa de los Diablos Rojos del Toluca, en el Apertura 2012.

Raúl también probó el trago amargo y la hiel de la derrota en las finales de torneo con Salamanca, en el Apertura 2006, ante Puebla y, en el Clausura 2016, con Mineros Zacatecas, a manos del Necaxa.

Con la convicción que los Bravos de Ciudad Juárez tienen potencial para coronarse en el Clausura 2017, el mediocampista y delantero de 31 años, tiene la fórmula para que la escuadra consiga el gallardete.

“La Liguilla es para disfrutarse y hay que jugar contra los rivales que, a veces, se meten presión”, apuntó.     Manifestó que en esta fase de la campaña no debe existir presión para los Bravos.    

“Acá, ya la presión ya pasó. Ya pasaron cinco juegos que tenemos la soga al cuello siempre queriendo jugar al límite y, bueno, ya estamos acostumbrados a eso. Ya llegamos embalados y hay que hacer lo mejor que se pueda”, dijo.     

De cara al duelo de Ida de cuartos de final contra Potros UAEM, este jueves, Enríquez apeló a su amplia experiencia en Liguillas y aseveró que hay que saberlas jugar.

“Creo que son partidos que se disfrutan porque si los sabes hacer, puedes marcar mucha diferencia”, expuso.    

Divertirse y ‘saberla hacer’, ‘saberla jugar’, es la manera de afrontar estos encuentros, mencionó.

“No son partidos de fecha uno, dos, tres, de torneo regular, no. Son Liguillas, son partidos que no hay margen de error. Son partidos que si te equivocas, quedas fuera y son partidos que hay que aprovechar los errores del rival. Todos se van a equivocar”, aseveró.

Con base en evitar errores y capitalizar los yerros de los oponentes, Enríquez se mostró muy seguro que los Bravos irán paso a paso, fase a fase, hasta llegar a la final por la corona.