No satisfechos aún con los degollamientos y otras atrocidades previamente cometidas, el auto proclamado “Estado Islámico” (ISIS) acaba de elevar a un nuevo nivel el salvajismo del que se jacta, luego de difundir un espeluznante video mostrando, al estilo de la edad medieval, como quemaban vivo dentro de una jaula al piloto militar jordano Moaz al Kasasbeh, capturado el pasado 24 de diciembre en Siria mientras conducía una misión aerea contra ISIS, y en una repugnante muestra de incontenible salvajismo carente de ningún tipo de humanidad.
En primer lugar recordemos que el piloto era tan musulmán como los que vilmente lo asesinaron; y en segundo que ni bajo el nombre del Islám ni de cualquiera otra religión existe ninguna justificación para tal acto de suma barbarie.
El asesinato que aparentemente, y según los medios informativos, tuvo lugar el pasado 3 de enero, es la culminación de una macabra trama que “Estado Islámico” ha estado despiadamente llevando a cabo, jugando con los gobiernos de Jordania y Japón y con las familias del citado piloto Al Kasasbeh y del periodista Kenjo Goto, uno de dos japoneses –el otro ejecutado anteriormente- que habían sido secuestrados. ISIS había propuesto lo que resultó ser un falso canje de los dos rehenes por la terrorista suicida Sayida al-Rishawi, encarcelada en Jordania luego de su participación en un atentado dinamitero en 2005 contra un hotel en Ammán, la capital jordana, y en el cual murieron 57 personas. El gobierno de ese país había accedido a liberarla, como parte del supuesto canje negociado de los tres, pero había legitivamente exigido una prueba, por parte de ISIS, de que el piloto seguía vivo. La respuesta de “Estado Islámico” fue la grotesca decapitación de Goto y posteriormente las horripilantes imagenes del joven jordano, y que demuestra no solo el barbarismo sino la falta de honestidad y mala fé que caracteriza a ISIS ya que el piloto había sido asesinado hacia un mes, y por tal obviamente nunca podido haber sido liberado a cambio de la terrorista en carceles jordanas.
La reacción del gobierno de Ammán al asesinato ha sido firme y resuelta, con la ejecución, por medio de ahorcamiento, de tres de los encarcelados terroristas de ISIS –incluyendo a al-Rishawi- que habían sido condenados previamente pero no ejecutados antes por la eliminación hasta este momento -y ahora restaurada- de la pena capital en ese país arabe. Ese parece ser el unico lenguaje que ISIS entiende. Claro que a la vez la violencia genera mas violencia y por tal no es de sorprender de que ahora ISIS, en un recurrente circulo vicioso, lleve a cabo posteriores secuestros o actos terroristas en contra de Jordania como acto de venganza. Pero como siempre hay dos caras de la moneda, la actitud firme de Jordania pudiese a la vez resultar en un fortalecimiento de la coalición contra “Estado Islámico” y de una mayor y mas coordinada acción militar belica contra dicho grupo.
Es posible, sin embargo, que esta vez a “Estado Islámico” se le haya ido la mano y le haya salido el tiro por la culata, y que su abominable acto barbarico, lejos de provocar sentimientos solidarios a su favor, haya tenido el efecto contrario, tal y como lo demuestra la mayor parte de los editoriales de la prensa en el mundo arabe y musulmán, denunciado y severamente criticando la bestialidades de ISIS como una afrenta al Islám, y en contra de sus principios mas elementales. Y por igual han logrado cimentar la unidad del pueblo jordano, a pesar de diferencias ideológicas, y se han oido clamores por una mano mas dura y carente de contemplaciones por parte del gobierno.
El yihadismo de “Estado Islámico/ ISIS” se apoya sobre una galopante y brutal ola de violencia y odio que para ellos justifica los actos de barbarie a los que ya nos tienen acostumbrados. Es necesario para los gobiernos del mundo reforzar y redoblar la estrategia contra ese flagelo. La tarea no es fácil, y quizás sea uno de los mas complejos desafios de estos tiempos en que vivimos.