image002Para muchos el significado es simple. Un camino indica ‘buena decisiones’, y el otro ‘mala decisiones.’ Para otros estos dos caminos representan el bien y el mal en la vida de aquellos quienes caminan sobre él. Pero, creo que la idea principal de esta imagen es la de especular de que hay un camino que ha sido transitado más que el otro. Por ende, muchos asumen que tal camino es el más fácil, o el mejor indicado.

No se debe asumir que TODO camino fácil es el apropiado. Pues aquí, el camino más transitado puede terminar siendo el que menos esfuerzo requiere. Posiblemente esa sea la razón por la cual muchos son los que pasan por ese camino. El camino menos transitado; el que es pedregoso por todo su camino, es sin duda uno no deseado. Muchos se han alejado de tal camino porque creen que no lleva a ningún lugar deseado. De ahí, la razón por su abandono y de no tener marcas de caminantes.

Jesús dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” Pero en esta declaración, jamás dejó claro que tal camino hacia él sería uno fácil. Incluso, en varios de sus discursos dejó saber que el que deseaba ir en pos de él, el tal tendría que “negarse a sí mismo, y seguirle.” El camino más dificultoso es el que requiere más del que lo camina. Requiere ciertas experiencias, sabiduría, y paciencia. El camino duro no está hecho para todos. Jesús también dijo: “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella.” (Mt. 7:13) Aquí Jesús hace ver que el camino más escogido es el fácil; el amplio.

En la vida todos tenemos que vivir enfrentando estos dos caminos. Todo lo que decidas, todo lo que hagas, y todo lo que termine desempeñándose en su vida, tendrá por resultado el haber escogido uno de dos caminos. El Señor nos deja saber que más se requiere para vivir una vida consagrada, santa, piadosa, y enfocada antes un mundo desafiante. Por ende, Jesús hace énfasis de lo que él es para todo verdadero creyente:

1. El Camino – no es un camino, sino El Camino. Para el creyente, esto tiene mucho significado. Tenemos la seguranza de que no hay otro camino que podamos seguir. En el mundo existen muchas religiones, y ofrecen varios caminos. Pero, Cristo nos aseguró que el verdadero camino conduce a vida eterna. (Mt. 7:14)

2. La Verdad – ¿Qué es verdad? –preguntó Pilato a Jesús. Muchos se harán esta misma pregunta. La verdad de algo no debe dejar posibilidades. La verdad es absoluta en naturaleza. Jesús declaró que “la verdad nos hará libre.” (Jn. 8:32) Pero, ¿libre de qué? Libre de todo engaño y decepción del mundo y de los que en ella creen. Lo más triste de vivir la vida no es morir, sino más bien el saber que muchos morirán sin saber que fueron engañados. La verdad no deja duda.

3. La Vida – la vida como la conoces sería incompleta sin Cristo. Pero aquí en esta declaración que Cristo hace no tan solamente se refiere a la vida natural que vivimos en el mundo, sino también a la vida que tendremos después de la muerte. TODO ser humano será resucitado a la eternidad. Pero, ¿a qué eternidad irás? La palabra dice que unos “resucitarán para perdición, y otros para vida eterna.” (Dn. 12:2) Escoger nos toca a nosotros. Escoger el camino que te conduzca a la vida que Dios te ofrece hoy.