BUENOS AIRES (AP) — La Corte Suprema de Justicia de Argentina rechazó el martes una docena de recursos presentados por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner para anular el juicio que enfrenta por presunta corrupción en la concesión de obras públicas durante su presidencia.

Los cuatro miembros del máximo tribunal votaron por unanimidad no hacer lugar a los planteos de la principal acusada -entre otros el rechazo a la prueba presentada por la fiscalía-, por lo que el único juicio por corrupción en marcha contra la dirigente de centroizquierda continuará hasta que se dicte sentencia.

Fernández de Kirchner, de 69 años, está acusada de ser la jefa de una asociación ilícita que durante su mandato (2007-2015) adjudicó de forma irregular 51 contratos de obras públicas viales en la provincia sureña de Santa Cruz a la constructora de Lázaro Báez, un empresario allegado que también está imputado junto a otra docena de personas.

El juicio comenzó en mayo de 2019 y está previsto que el próximo mes empiecen los alegatos de las partes. La vicepresidenta, que no se pronunció sobre el fallo de la Corte Suprema, podría recibir una condena mayor a los 10 años de prisión.

Según la fiscalía, la supuesta “organización criminal” que encabezó la exmandataria y que también funcionó durante el gobierno de su marido Néstor Kirchner (2003-2007) sustrajo fondos del Estado y “valiéndose de la legitimidad de los cargos” que ocupaban sus integrantes puso en funcionamiento una “maquinaria eficaz para sustraer y direccionar” esos fondos a Báez.

También son juzgados en este proceso el exministro de Planificación Federal Julio De Vido, el exsecretario de Obras Públicas José López y ex funcionarios de Vialidad Nacional.

Durante su declaración ante los tres jueces de un tribunal oral federal de Buenos Aires que la juzgan, Fernández de Kirchner se desligó de toda responsabilidad; sostuvo que las obras viales contaron con la previa autorización del Congreso y que los encargados de ejecutar los presupuestos eran los jefes de Gabinete.

Durante su primera presidencia, ese cargo fue ocupado por el actual mandatario Alberto Fernández, quien se presentó como testigo en el juicio y negó irregularidades.

A partir de 2015 la justicia argentina inició varias investigaciones contra Fernández de Kirchner por supuesto delitos de corrupción y otros hechos. En algunos casos las imputaciones fueron desestimadas por tribunales superiores y en otros las investigaciones todavía continúan.

La causa por irregularidades en obras viales es la más avanzada de todas y podría concluir con la primera condena penal contra la vicepresidenta, cuyo mandato finaliza en 2023. No obstante, es poco probable que la cumpla en la cárcel ya que la tradición en estos casos es aguardar que la pena esté firme tras sucesivas apelaciones lo cual puede demorar años. Además, Fernández de Kirchner cumplirá en febrero próximo los 70 años y estaría en condiciones de solicitar el beneficio de la prisión domiciliaria.

Tampoco puede descartarse que se postule a un cargo legislativo que le garantice fueros parlamentarios.