El domingo, Corea del Norte llevó a cabo pruebas con un misil balístico, una acción que generó el rechazo generalizado de Corea del Sur, China, Japón, Rusia, la Unión Europea, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y Estados Unidos.

La prueba constituye una violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Corea del Norte afirmó que la prueba consistió en un lanzamiento exitoso de un misil de alcance intermedio. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sostuvo que llevaría a cabo una reunión “urgente” el lunes como respuesta al lanzamiento.

El lanzamiento se produjo mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibía al primer ministro japonés, Shinzo Abe, el fin de semana en el club Mar-a-Lago, de propiedad de Trump, en Palm Beach, Florida. Ambos jugaron al golf en el Trump International Golf Club. Algunos grupos de control ético afirman que la decisión de acoger al líder japonés en las propiedades de Trump constituye un claro conflicto de intereses.