Sigue las recomendaciones de los expertos.

Es común a evadir la actividad física cuando se llega a cierta edad, ya sea por el miedo a lesiones inesperadas o por el hecho de no tener rutinas que generen metas a largo plazo.

Expertos comparten datos de cómo ayuda el ejercicio físico en la vida diaria de alguien que permanece todo el día frente a un escritorio, y cómo cambian sus hábitos al incorporar una rutina eficiente de bajo impacto en su diario vivir.

Recuerda que nunca es tarde para cambiar hábitos de ejercicio, pero ¿por dónde empezar?. Antes de hacerlo recuerda acudir a tu médico para que te dé luz verde.

Camina más, y más rápido

Es difícil desglosar los beneficios de una buena caminata, pero lo es más aun encontrar algún tipo de razón para no hacerla. Un reporte de la Universidad de Macmillan encontró que si cada persona caminase 30 minutos al día, más de 37 mil vidas se salvarían al año. También recorta los riesgos de sufrir diabetes tipo II y enfermedades cardiacas, como también ha demostrado que una caminata con ritmo moderado previene el riesgo de sufrir Alzheimer. Como todo hábito, es mucho más difícil adquirirlo que mantenerlo, y para que no suceda los expertos recomiendan realizar caminatas junto a otra persona.

Corre bicicleta

El ciclismo está catalogado como una manera increíble de mantenerse en forma por ser una actividad de bajo impacto. Aprovecha algún parque o tu urbanización. Basta con una ruta pequeña y 20 minutos al día para considerar el ciclismo como una actividad física que puede aumentar la calidad de vida.

No te lo hagas fácil

Mucha gente evade realizar una nueva actividad física por considerar que el impacto genera un estrés peligroso en sus cuerpos. Pero el realizar ejercicios aeróbicos –a la edad que sea- incrementa la densidad de los huesos, lo cual es provechoso para las mujeres en edad avanzada. El entrenamiento con peso puede atraer incluso más beneficios a los huesos y a la masa muscular. El estudio del Diario de Inglés de Biogerontología recomienda a todos los adultos mayores realizar ejercicios aeróbicos y de resistencia acompañados de una dieta alta en proteínas. Todas estas medidas ayudan a preservar la masa muscular.

Aunque duela, no te rindas

Es normal sentirse adolorido luego de la primera vez que se intenta algo, pero son solo los músculos protestando por haberlos hecho trabajar de forma sorpresiva. La situación ocurre a toda edad y no dura más de dos días. Moverse poco causa dolores articulares y empezar con una rutina más vigorosa ayuda a mitigar las consecuencias de estar frente a un escritorio o al televisor todo el día.