pg 14 filler 111914 pix1Roberto A. Nodal

Desde hace dos años se vienen llevando a cabo en La Habana, Cuba, las negociaciones entre las guerrillas colombianas de las FARC y el gobierno, encaminadas a tratar de lograr una solución negociada al conflicto armado que por mas de cinco decadas azota el país, y que se ha cobrado ya mas de 200 mil vidas.   Sin embargo, el inesperado secuestro del general Ruben Dario Alzate, en el nor-occidental departamento del Chocó, ha dejado dicho proceso prácticamente colgando de un hilo, luego que el Presidente Juan Manuel Santos ordenase un inmediato cese de dichas rondas negociadoras.

Luego de un silencio inicial las guerrillas han emitido un comunicado oficial en el cual justifican el secuestro, a consecuencia de “la entrada de personal militar enemigo en area de operaciones de guerra.”    Son muchas las interrogantes aún del por qué el alto mando secuestrado y dos ayudantes hubiesen ido vestidos de civil, sin la debida protección, y las razones por las cuales se aventurasen en una zona de conflicto.   Inicialmente se pensaba que quizás el secuestro no hubiese sido deliberado y que mas bien fuese el resultado de un fallo en la logistica de coordinación aunque conociendo perfectamente las impredecibles tacticas y mecanismos de las FARC nada podría haberse descartado.   Recordemos que los choques armados de las guerrillas con las fuerzas del ejercito nunca cesaron durante el proceso de negociaciones; esto con el consecuente y devastador saldo humano.

Señalemos que de por sí ya los dialogos de paz venían tambaleandose desde algún tiempo.    A pesar de que las FARC supuestamente habían renunciado en 2012 a los secuestros, como supuesta señal de compromiso con el proceso de paz, el plagio del general Alzate antecede al de dos soldados del ejercito en el departamento del Arauca.   Y aún mas; al asesinato de dos miembros del grupo indigena Nasa y a la muerte de dos jovenes adolescentes a causa de granadas arrojadas por la guerrilla en Tumaco, en el suroeste del país.   Todo esto le ha brindado municiones a los que han sido mas criticos de cualquier tipo de arreglo o salida negociada con la guerrilla, y de los que el mas vocal lo ha sido el ex presidente Alvaro Uribe -antiguo aliado político del actual presidente Santos- y el cual se apresuró a declarar que “para los terroristas los gestos de paz no son simples actos de generosidad sino señales de debilidad de los que hay que aprovecharse y tomar ventaja.”

Cada dia que el general Alzate siga en cautiverio se traducirá en una mayor presión para el gobierno y una creciente duda sobre la voluntad de paz de la guerrilla.  El incidente por igual pone de manifiesto una posible falta de fluídez en las comunicaciones entre el grupo negociador en La Habana y el comando central de las FARC.   Por igual queda por ver si se trató de una operación pre-planificada o mas bien de un golpe de oportunidad aunque la prueba decisiva será la velocidad con la que el grupo rebelde resuelva la situación, y lo qué dará muestras de su verdadera buena voluntad en resolver la crisis y regresar a la mesa negociadora.   Es posible que las FARC pudiesen reconocer el “error” y devolver al general aunque a la vez no se precluye que elementos mas radicales dentro de la cupula pudieran tratar de usar la oportunidad para forzar un cese bilateral al fuego o propiciar algún tipo de canje o nuevas concesiones, añadiendo así un grado de mayor frágilidad a la crisis.   Todo el andamiaje alrededor del proceso de paz podría venirse abajo en un abrir y cerrar de ojos.  A pesar de que quizás el mismo no sea perfecto los costos de romperlo, no obstante, serían enormes y lamentablemente irreparables.