Las enfermedades de transmisión sexual siguen en “aumento sostenido” en Estados Unidos.
Miami. Los bebés que nacen con sífilis se han duplicado en los últimos cuatro años hasta llegar a casi mil casos en 2017, la mayor incidencia en dos décadas, según los Centros de Prevención y Control de Enfermedades (CDC, en inglés) de Estados Unidos.
“Cuando se pasa a un bebé, la sífilis puede provocar un aborto espontáneo, la muerte del recién nacido y graves problemas físicos y mentales de por vida”, advirtió Jonathan Mermin, director del Centro Nacional para la Prevención del VIH/Sida, Hepatitis Viral, ETS y Tuberculosis de los CDC.
Según los CDC, ese incremento subraya la necesidad de que todas las mujeres embarazadas reciban atención prenatal temprana que incluya pruebas de sífilis en su primera visita y pruebas de seguimiento para mujeres con alto riesgo de infección.
“Ningún padre debería tener que soportar la muerte de un niño cuando se hubiera evitado con una prueba simple y un tratamiento seguro”, dijo Mermin.
Los casos, que ocurrieron en 37 estados, principalmente en los occidentales y meridionales, aumentaron de 362 en 2013 a 918 en 2017, precisó el Informe Anual de Vigilancia de Enfermedades de Transmisión Sexual de los CDC publicado hoy.
El informe señala que este aumento es paralelo a alzas similares en la sífilis entre las mujeres en edad reproductiva y supera el incremento nacional de las enfermedades de transmisión sexual en general.
Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) siguen en “aumento sostenido” en Estados Unidos y marcaron un nuevo récord histórico al superar los 2.3 millones de casos en 2017, unos 200,000 más que en 2016.
Se trata del cuarto año consecutivo de “fuertes aumentos” en el diagnóstico de clamidia, gonorrea y sífilis, según los CDC.
Estos centros señalaron la necesidad de una atención prenatal temprana y regular, y advirtieron que una sola prueba “puede no ser suficiente”.
Para reducir el número de bebés que nacen con sífilis, es fundamental que todas las mujeres embarazadas visiten a un proveedor de atención médica lo más pronto posible durante cada embarazo y que se realicen pruebas de sífilis, enfatizaron.
La sífilis durante el embarazo se cura fácilmente con los antibióticos adecuados. Si no se trata, una mujer embarazada que padezca la venérea tiene hasta un 80% de posibilidades de trasmitirla a su bebé.
“Para proteger a todos los bebés, debemos comenzar por proteger a todas las madres”, manifestó Gail Bolan, directora de la División de Prevención de ETS STD de los CDC.
Indicó que las primeras pruebas y el tratamiento oportuno para curar cualquier infección son los primeros pasos críticos, pero demasiadas mujeres están cayendo en algunas “grietas del sistema”.
“Si vamos a revertir el resurgimiento de la sífilis congénita, eso tiene que cambiar”, advirtió.
Investigaciones recientes de los CDC muestran que una de cada tres mujeres que dieron a luz a un bebé con sífilis en 2016 se hicieron la prueba durante el embarazo.
Sin embargo, adquirieron sífilis después de esa prueba o no fueron tratadas a tiempo para curar la infección en el feto y prevenir efectos adversos.
Los CDC recomiendan que todas las mujeres embarazadas se hagan la prueba de sífilis la primera vez que vean a un médico acerca de su embarazo.
Las mujeres con alto riesgo de sífilis o que viven en áreas de alta prevalencia deben someterse a pruebas no solo en la primera visita prenatal, sino también a principios del tercer trimestre y en el momento del parto.
Si son sexualmente activas, las personas pueden reducir el riesgo de contraer la sífilis manteniéndose en una relación mutuamente monógama a largo plazo con una pareja que se ha sometido a la prueba de sífilis y usando condones de la manera correcta cada vez que tienen relaciones sexuales, señalaron los CDC.