El Cairo– Egipto bombardeó ayer a combatientes del grupo Estado Islámico en la vecina Libia y exhortó a Estados Unidos y Europa a unirse a una intervención militar internacional en ese caótico país del norte de África luego de la decapitación de varios cristianos egipcios a manos de los extremistas.

Con sus ataques aéreos, Egipto interviene abiertamente en la agitación en Libia, un reflejo del aumento de la alarma en El Cairo. Ahora el gobierno egipcio afronta amenazas en dos frentes –un baluarte cada vez mayor de radicales en su frontera occidental y una insurgencia extremista de aliados del Estado Islámico en su flanco oriental de la península del Sinaí–, además de sus propios desafíos internos.

Depósitos de armas y campos de adiestramiento del grupo Estado Islámico fueron atacados “en venganza por el derramamiento de sangre y en represalia contra los asesinos”, afirmó el mando militar en un comunicado.

“Que los que están lejos y los que están cerca sepan que los egipcios tienen un escudo para proteger y salvaguardar la seguridad del país y una espada para amputar el terrorismo”, apuntó.

El anuncio difundido en la radio estatal representa la primera vez que Egipto reconoce públicamente el lanzamiento de operaciones militares en la Libia posterior a Moamar Gadafi, donde el gobierno prácticamente no controla el país.

El grupo Estado Islámico tiene en Libia su presencia más fuerte fuera de Siria e Irak. El presidente egipcio Abdel-Fattah el-Sissi intenta convencer a Europa y Estados Unidos de que lancen una operación internacional coordinada similar a la campaña aérea que efectúan en Siria e Irak.

“Lo que está ocurriendo en Libia es una amenaza para la paz y la seguridad internacionales”, advirtió El-Sissi.

El presidente egipcio conversó el lunes sobre Libia con su colega francés y el primer ministro de Italia, y envió a su canciller Sameh Shukri a Nueva York para que efectúe consultas con las Naciones Unidas antes de que el miércoles comience una conferencia en Washington sobre el terrorismo.

Las bombas fueron lanzadas desde cazas F-16 de fabricación estadounidense que despegaron de bases egipcias hacia sus objetivos en la ciudad de Darna, en el este de Libia, según funcionarios egipcios y libios que solicitaron el anonimato porque no están autorizados a hacer declaraciones a la prensa.

Los ataques aéreos ocurrieron horas después de que el grupo Estado Islámico difundiera un lúgubre video sobre la decapitación de 21 cristianos egipcios.