Beber entre 3-5 tazas de café al día puede ayudar a proteger contra la enfermedad de Alzheimer, según un estudio presentado durante la Conferencia Alzheimer Europa 2014 por el Instituto de Información Científica sobre el Café (ISIC), una organización sin fines de lucro dedicada a la estudio y divulgación de la ciencia relacionada con el café y la salud.
Se prevé que el número de personas en Europa mayores de 65 años aumente del 15,4% de la población al 22,4% en 20251 y, con una población que envejece, las enfermedades neurodegenerativas, como el alzhéimer producen creciente preocupación. La enfermedad de Alzheimer afecta a una persona de cada veinte mayores de 65 años, y su incidencia ya asciende a 26 millones de personas en todo el mundo
En los últimos años algunas evidencias científicas han relacionado el consumo moderado de habitual de café con una posible reducción en el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Ahora este nuevo informe destaca papel que puede desempeñar la nutrición en la preservación de la función cognitiva, especialmente durante la fase preclínica de Alzhemier, es decir, antes de que aparezcan los síntomas de la demencia.
Dieta mediterránea
El documento señala que la dieta mediterránea -pescado, frutas y hortalizas frescas, aceite de oliva y vino tinto-, se ha asociado con un menor riesgo para el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. La investigación sugiere que los compuestos llamados polifenoles son responsables de este efecto protector; y estos compuestos también se encuentran en altas cantidades en el café.
Los estudios epidemiológicos han encontrado que el consumo moderado de café de toda la vida normal se asocia con un menor riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer; de hecho, se sugiere que los bebedores de café pueden reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad hasta en un 20%. Un artículo reciente, sugiere que el consumo moderado de café se asoció con un menor riesgo de desarrollar demencia durante un período de seguimiento de cuatro años, sin embargo, dicho efecto disminuye con un seguimiento a más largo plazo.
Polifenoles y cafeína
Por último, el informe analiza los compuestos dentro del café que pueden ser responsables de este efecto protector: la cafeína y polifenoles son los dos principales. La cafeína ayuda a prevenir la formación de placas amiloides y ovillos de neurofibrillas en el cerebro, dos características de la enfermedad de Alzheimer. Además, tanto la cafeína como polifenoles reducen la inflamación y disminuyen el deterioro de las células del cerebro -especialmente en el hipocampo y la corteza, las áreas del cerebro involucradas en la memoria-.
Según Arfram Ikram, del Centro Médico Erasmus de Rotterdam, «la mayoría de los estudios epidemiológicos en humanos sugieren que el consumo regular de café durante toda la vida se asocia con un menor riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer; el efecto protector óptimo se produce con tres a cinco tazas de café al día».
En ste sentido, Iva Holmerova, vicepresidente de Alzheimer Europe, comentó que «los resultados presentados en este informe son muy alentadores y ayudan a desarrollar nuestra comprensión del papel que la nutrición puede desempeñar en la protección contra la enfermedad de Alzheimer debido a que el café es una bebida muy popular, consumida por millones de personas en todo el mundo.