En Las Vegas, las muertes registradas en el tiroteo en masa ocurrido la noche del domingo fueron 59, a las que se suman 527 heridos.

Por otra parte, los investigadores continuaron buscando pistas en torno al motivo para que Stephen Paddock, residente del estado de Nevada, perpetrara la peor masacre de la historia moderna de Estados Unidos.

La policía declaró haber encontrado a Paddock muerto por la herida de un disparo autoinfligido poco antes de la medianoche del domingo, después de que usaran un explosivo para entrar en la habitación del piso 32 en el hotel Mandalay Bay, donde estaba atrincherado con un arsenal de armas de fuego y miles de municiones.

Paddock vivía en una comunidad de jubilados en Mesquite, Nevada. Había trabajado como contador y administrador de propiedades, y durante tres años se desempeñó en una empresa de venta de armas que posteriormente fue adquirida por Lockheed Martin.

Los vecinos lo describieron como una persona que se retraída, que pasaba largas horas jugando en las máquinas de póquer. El padre de Stephen Paddock, Benjamin Hoskins Paddock, estuvo una vez en la lista de las personas más buscadas del FBI, tras haber escapado de una prisión federal en la década de 1960, después de una sentencia por cargos vinculados con el robo de bancos en serie.

En ese momento, el FBI calificó de “psicópata” a Benjamin Paddock y declaró: “según informes, tiene tendencias suicidas y debe ser considerado armado y muy peligroso”. El lunes, el hermano de Stephen Paddock, Eric, declaró ante la prensa que la masacre había tomado totalmente por sorpresa a la familia.

Eric Paddock enunció: “Simplemente, nada. Está todo en los registros públicos. Él hizo cosas. Fue a la universidad, tenía trabajo. Éramos propietarios de algunos apartamentos, vendimos algunos apartamentos. Quiero decir, no hay nada”.

La policía ahora ha informado que la pareja de Paddock, Marilou Danley, estaba fuera del país en el momento del tiroteo y ha quedado libre de toda sospecha de que hubiera participado en el hecho.