NACIONES UNIDAS — Según la AP, China y otros 25 países pidieron el lunes el levantamiento inmediato de las sanciones de Estados Unidos y otras naciones occidentales para asegurar una respuesta efectiva a la pandemia del coronavirus.

Hablando en nombre de los 26 en una reunión del Comité de Derechos Humanos de la Asamblea General de Naciones Unidas, el embajador de China ante la ONU, Zhang Jun, afirmó que las “medidas coercitivas unilaterales” violan la Carta de la institución y el multilateralismo, y frenan los derechos humanos al obstaculizar “el bienestar de la población de los países afectados” socavando el derecho a la salud.

“La solidaridad global y la cooperación internacional son las armas más poderosas para combatir y superar el COVID-19”, señaló el comunicado conjunto. “Aprovechamos esta oportunidad para pedir el total e inmediato levantamiento de las medidas coercitivas unilaterales para poder asegurar una respuesta completa, efectiva y eficiente de todos los miembros de la comunidad internacional al COVID-19”.

Entre los países que respaldaron la declaración hay media docena sobre los que pesan sanciones de Estados Unidos, la Unión Europea y otras naciones occidentales, como Cuba, Venezuela, Corea del Norte, Irán, Rusia y Siria.

El comunicado destaca que tanto el secretario general de la ONU, António Guterres, como la jefa de Derechos Humanos, Michelle Bachelet, han pedido el final de las sanciones que merman la capacidad de un país para responder a la pandemia.

La misión de Estados Unidos ante la ONU no respondió de inmediato a un correo electrónico pidiendo comentarios.

El embajador de Alemania, Christoph Heusgen, abordó el tema de las sanciones en una reunión del Consejo de Seguridad sobre Siria en mayo, donde dijo que las de la UE “no afectan al reparto de ayuda humanitaria ni suministros médicos para limitar los efectos del COVID-19”, citando normas especificas del bloque para asegurar que la ayuda llega al pueblo sirio.

Los países también se refirieron a la “discriminación racial crónica y profundamente arraigada, la brutalidad policial y la desigualdad social”.

“La tasa de mortalidad por COVID-19 entre las minorías, especialmente afrodescendientes, es desproporcionadamente alta en algunos países”, señaló su comunicado.