Roberto A. Nodal
En dias pasados
nuevamente quedó mas que clara la sintonía entre Corea del Norte, Rusia y China al conmemorarse, el pasado 27 de julio, el 70 aniversario de la
conclusión de la sangrienta Guerra de Corea (1950-1953), el conflicto que dividió la peninsula, entre norte y sur, y cuyas consecuencias pe
rsisten hasta la actualidad. El cese al fuego firmado entonces, sin embargo, nunca resultó en un formal tratado de paz con Estados Unidos y entre las dos Coreas. Desde entonces, la peninsula vive partida en dos por la llamada “Zona Desmilitarizada,” un tajo de terreno fronterizo que recorre el paralelo 38 y en el que a menudo se viven momentos de dramática tensión, como el reciente e inexplicable cruce de un militar norteamericano a territorio de Corea del Norte.
En ocasión de dicho aniversario el hermético país ha desplegado la alfombra roja para recibir visitantes de alto nivel, encabezado por el ministro de defensa ruso Serguei Shoigu (a cargo de las operaciones militares en Ucrania), y Li Hongzhong, alto miembro del Politburo del Comité Central del Partido Comunista Chino, uno de los máximos organos de poder. Y por igual, el régimen norcoreano aprovechó la oportunidad para ostentosamente hacer una vez mas despliegue mundial de su extenso arsenal balístico, incluyendo los denominados y mortiferos cohetes Hwansong-17, y que cuentan con capacidad para golpear a paises vecinos como Japón y Corea del Sur y hasta el mismo territorio continental de Estados Unidos.
En la reunión mantenida con el lider supremo, Kim Jong-un, el ministro Shogiu le entregó a Kim una carta firmada por el presidente ruso Putin en la que reiteraba la “firme voluntad” del régimen ruso de seguir ayudando hasta el final a su aliado norcoreano. Asimismo en el encuentro se recordaron los “lazos históricos” entre Corea del Norte y la antigua Unión Sovietica y se llegó a un acuerdo de intensificar el diálogo sobre defensa y el entorno de la seguridad regional e internacional. Y a la vez de elaborar un frente común y una oportunidad para impulsar aún mas la colaboración estrátegica y militar, sobre todo en cuanto a Corea del Sur y Occidente, y en particular Estados Unidos, acérrimo enemigo de Corea del Norte. En los ultimos años este ultimo país, Rusia y China han estrechado aún mas sus vinculos militares y logisticos, especialmente trás el fracaso de las conversaciones entre Kim Jong-Un y el ex presidente Trump, a la vez que los coreanos han acelerado su programa nuclear y sin reparar en ningún tipo de gastos. Agreguemos que desde el principio todos los intentos de negociación entre Estados Unidos y Corea del Norte han generalmente resultado en estrepitoso fracaso. Mr. Trump, quizás algo ingenuamente, pensó que su “relación personal” con Kim tendría algún tipo de éxito. Inclusive hasta los esfuerzos del hábil y experimentado ex Secretario de Estado Henry Kissinger, durante décadas de los 70s y 80s, fueron infructuosos. De por sí, Corea del Norte es uno de los pocos apoyos internacionales que le quedan a Rusia luego de la brutal e innecesaria invasión de Ucrania en febrero de 2022, y que ya se ha cobrado tantas vidas. Y el régimen norcoreano a la vez es uno de los pocos que han reconocido la anexión ilegal de territorios ucranianos ocupados por Rusia. Y viceversa, Rusia y China son los unicos aliados que Corea del Norte ha tenido en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, vetando en cada ocasión cualquier resolución de censura por las ambiciones nucleares norcoreanas, o la ampliación de sanciones económicas contra el empobrecido país asiático, que en vez de invertir su deficiente y esquelético presupuesto para alimentar a sus hambrientos ciudadanos, lo utiliza -maliciosamente así- para la producción de mortiferos y destructivos cohetes intercontinentales.
En las referidas reuniones de alto nivel, la delegación de China, sostén tradicional del régimen norcoreano, también hizo entrega al camarada Kim de una carta del presidente Xi Jinping, y muy similar a la de Putin, recordando la “fraternal” ayuda militar china durante la Guerra de Corea, y haciendo alarde de los “lazos indestructibles” entre los dos paises, y de una mayor cooperación a nivel militar contra “hostiles fuerzas enemigas.” Y de la importancia de la colaboración estratégica China-Corea del Norte, a la vez que este ultimo país ratificaba su apoyo a las reinvidicaciones chinas sobre Taiwán, territorio al que China considera como parte integral, y a lo que ellos, los chinos, nunca han renunciado a su objetivo de eventualmente apoderarse, incluso por el uso de fuerza militar. Lo mas seguro es que Corea del Norte siga impune y agresivamente acrecentando su poderio nuclear, sabiendo bien que tiene el pleno apoyo de sus otros dos socios de la maldad, Rusia y China, y por lo que los paises de Occidente, y sobre todo Estados Unidos, tienen que mantenerse muy alerta, y no bajar la guardia ni por un segundo. Nuestra propia seguridad y la del mundo depende de ello.