La alimentación juega a favor o en contra de nuestra salud.  Las investigaciones realizadas hasta el momento demuestran una relación entre el sobrepeso y la obesidad, por un lado, y algunos tipos de cáncer.

Seguir un programa de alimentación sana, rico en frutas y verduras, es uno de los pilares de la prevención de las enfermedades neoplásicas. De allí que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiende consumir cinco raciones diarias de ambos grupos de alimentos.

Las frutas y verduras aportan vitaminas y minerales, que al tener propiedades antioxidantes ayudan a fortalecer las defensas y prevenir la inflamación en el organismo. Yesenia Meza, nutricionista de Oncosalud, sugiere consumir frutas al natural en el desayuno, a mitad de la mañana y de la tarde. Y que las verduras frescas sean la mitad de tu plato de fondo en el almuerzo y que nunca falten en tu cena.

¿Qué comer?

1. El maíz morado aporta antocianinas, un antioxidante que protege al organismo de la acción inflamatoria de los radicales libres, químicos que, en grandes concentraciones, son capaces de dañar las células. Según investigaciones juegan un papel primordial en la aparición de distintos tipos de cánceres y tumores.

2. La china es rica en Vitamina C o ácido ascórbico, que inhibe la formación de nitrosaminas, algunas de las cuales son cancerígenas.

3. La berenjena se caracteriza por sus propiedades anticancerígenas por su gran contenido de antioxidantes, vitaminas A, C y E, fibra y selenio.

4. La granada por tener numerosos antioxidantes y sustancias vegetales puede ayudar en la prevención de algún tipos de cáncer de mama y de próstata.

5. El brócoli aporta tocoferoles. Estos refuerzan el sistema defensivo-inmunitario. Asociado con vitamina C y betacarotenos neutraliza los radicales libres.

6. El tomate contiene licopeno, una sustancia antioxidante que ejerce un efecto protector frente a un gran número de problemas cardíacos.

7. La fibra de los granos integrales no solo previenen el estreñimiento, sino que al hacerlo eliminan metabolitos potencialmente cancerígenos.

8. Los vegetales de hojas verdes (espinaca, lechuga y otras hortalizas) contienen ácido fólico, que protege al organismo de la acción de virus nocivos.

9. El ajo y también la cebolla contienen compuestos sulfurados que activan una serie de enzimas capaces de neutralizar agentes cancerígenos.

10. La curcumina de la cúrcuma tiene capacidad de inducir la muerte de células cancerosas y prevenir la cirrosis.