Una nueva investigación llevada a cabo por Global Witness concluye que el gigante petrolero Shell participó a sabiendas de un esquema masivo de sobornos que terminó robándoles a los nigerianos más de mil millones de dólares.

En 2011, Shell y la empresa petrolera italiana Eni pagaron un total de 1.100 millones de dólares para acceder a un enorme bloque petrolero en alta mar. Correos electrónicos recientemente divulgados indican que los ejecutivos de Shell sabían que el dinero sería robado por el ex ministro de Petróleo de Nigeria, condenado por lavado de activos, quien usó el dinero para sobornar a autoridades del gobierno y comprar un avión privado, vehículos blindados y armas de fuego.

Shell niega desde hace tiempo haber tenido conocimiento de la corrupción en torno al negocio.