ASUNCIÓN — De acuerdo a la Prensa Asociada, El presidente Jair Bolsonaro rindió el martes homenaje al exdictador paraguayo Alfredo Stroessner (1954-1989) durante un acto oficial en la represa Itaipú, sobre el río Paraná, que administran Brasil y Paraguay desde 1973.

A la ceremonia de nombramiento del general Joaquim Silva e Luna como director brasileño de la empresa binacional también asistió el mandatario paraguayo Mario Abdo Benítez.

Durante su discurso, Bolsonaro expresó que la hidroléctrica comenzó a proyectarse bajo la presidencia del mariscal Humberto de Alencar Castelo Branco (1964-1967) y fue inaugurada la primera de las 20 turbinas cuando era presidente el general João Baptista de Oliveira Figueiredo (1979-1985). “Todo esto fue posible con un hombre de visión, estadista y que sabía perfectamente que su país, Paraguay, necesitaría crecer y, entonces, también mi homenaje en honor al general Alfredo Stroessner”, dijo el brasileño.

En 1995, el Congreso paraguayo aprobó una ley calificando al gobierno de Stroessner como una dictadura. La norma jurídica estableció indemnizaciones del Estado a las víctimas de las violaciones de derechos humanos durante los 35 años del régimen.

El actual presidente de Paraguay es hijo del que fuera secretario privado de Stroessner, del mismo nombre, durante 25 años.

Stroessner, que gobernó el país sudamericano durante 35 años con mano de hierro, fue derrocado en febrero de 1989 por un golpe militar y se exilió en Brasilia, donde falleció el 16 de agosto de 2006, a la edad de 93 años, sin que fuese enjuiciado.

La hidroeléctrica se encuentra en la frontera de la ciudad paraguaya Hernandarias con la brasileña Foz de Yguazú, 320 kilómetros al este de Asunción.

Al final de su discurso, Bolsonaro dijo a su colega paraguayo: “será un placer recibirlo en Brasilia donde profundizaremos otras discusiones por el bienestar de nuestros pueblos. Izquierda nunca más”.

Aunque el comentario de Bolsonaro sobre Stroessner no produjo reacciones inmediatas evidentes entre los paraguayos, el analista político Ignacio Martínez dijo a The Associated Press que lo dicho por el mandatario brasileño pudo haber sido un gesto “para agradar a Abdo Benítez sabiendo que admiraba al dictador porque su padre fue secretario privado de Stroessner”. Además, agregó, podría deberse a que “Bolsonaro tiene mentalidad militar, verticalista, está formado para el mando. No conoce sobre amplitud de criterios. Es conservador”.