Washington— El presidente Barack Obama se ofreció ayer martes a presionar a los legisladores republicanos para que sometan a votación un proyecto de reforma migratoria el día después de que se resuelva la disputa presupuestaria librada por ambos partidos y que ha ocasionado el primer cierre parcial del gobierno federal desde 1996.
“Vamos a tener que sobrellevar esta crisis que fue innecesaria, creada debido a la obsesión de una pequeña facción del Partido Republicano sobre la Ley de reforma de salud’’, dijo Obama en entrevista concedida el martes en la Casa Blanca a Univision. “Una vez que terminemos esto, al día siguiente, insistiré en pedir una votación sobre la reforma migratoria’’, agregó el mandatario según un audio de la entrevista difundido por la televisora.
Obama reiteró sus críticas al presidente de la cámara baja, John Boehner, cuando dijo que la negativa del republicano por Ohio a convocar un voto es “lo único que nos está reteniendo’’.
The Associated Press solicitó una respuesta al despacho de Boehner, sin obtenerla.
El Congreso mantiene en el limbo a la reforma migratoria, ya que la mayoría republicana en la Cámara de Representantes se ha negado a debatir el proyecto de reforma migratoria aprobado en junio por el Senado, de mayoría demócrata, y que incluye la opción de la naturalización para los inmigrantes que residen en el país de manera ilegal.
Boehner ha dicho que solo lo hará cuando cuente con el apoyo mayoritario de 233 miembros de su bancada.
Demócratas aseguran que de ocurrir un voto, el proyecto de reforma migratoria presentado el mes pasado por la bancada demócrata en pleno obtendría los 218 votos necesarios para su aprobación, pero hasta el momento no ha recibido el apoyo de republicano alguno.
El debate por la reforma migratoria pasó a un evidente segundo plano no solo por el cierre parcial de gobierno federal, que el lunes entró en su tercera semana consecutiva, sino por las discrepancias que han impedido acordar un incremento del tope de endeudamiento del gobierno estadounidense antes del 17 de octubre, cuando el gobierno federal ya no podrá seguir pidiendo prestado para pagar la totalidad de sus créditos a tiempo.
El gobierno alcanzó el límite de endeudamiento en mayo y, desde entonces, ha apelado a medidas extraordinarias para aumentar el cupo del crédito valorado en 300 billones de dólares.
La impaciencia entre organizaciones propulsores de una reforma migratoria los llevó a celebrar el sábado 5 de octubre concentraciones en al menos 160 ciudades de 41 estados estadounidenses, con la intención de presionar al Congreso para que someta una reforma migratoria a votación.
Y ocho congresistas demócratas fueron arrestados la semana pasada tras interrumpir el tránsito vehicular frente al Congreso con el mismo objetivo, después de que la banda mexicana Los Tigres del Norte ofreciera en el National Mall, complejo de monumentos en la capital estadounidense, un recital gratuito de dos horas dedicado exclusivamente a los inmigrantes que ingresaron a Estados Unidos sin autorización.
Los activistas sostienen que la inactividad del Congreso tiene un impacto desproporcionado para la comunidad hispana ya que el gobierno de Obama ha deportado a un promedio anual sin precedentes de 400 mil personas.