TOUBA, Senegal — Según la AP, a pesar de la pandemia, decenas de miles de musulmanes acuden esta semana a una ciudad sagrada en Senegal para la peregrinación anual de Gran Magal, una tradición en África occidental que algunos temen podría detonar una propagación explosiva del COVID-19.
La peregrinación honra al fundador de la Hermandad Mouride, una orden del islam sufí y la orden religiosa más influyente de Senegal. En años anteriores, hasta 3 millones de personas han viajado a la ciudad de Touba para el evento, muchos de ellos desde la vecina Gambia.
Con las fronteras terrestres de Senegal aún cerradas, menos peregrinos pudieron asistir a los eventos principales el martes. Las personas hacían filas apretadas frente a la Gran Mezquita de Touba, donde era obligatorio usar desinfectante de manos y mascarillas para ingresar.
“La crisis del COVID-19 no ha reducido la asistencia a la celebración del Gran Magal de Touba, pues hemos visto grandes multitudes en la ciudad en los últimos días”, dijo Mame Diarra Wade, quien viajó desde Guediawaye, un suburbio de la capital, Dakar.
Senegal fue uno de los primeros países africanos en reportar un caso confirmado de COVID-19, pero ha evitado las altas tasas de mortalidad observadas en otros lugares, en gran parte debido al uso generalizado de mascarillas y a restricciones de viaje.
El país ha tenido más de 15.000 casos y 312 muertes por coronavirus, según cifras confirmadas oficialmente.