El presidente Obama aprobó el viernes la Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA, por su sigla en inglés), mediante la cual se otorgan alrededor de 619.000 millones de dólares para gastos militares y de guerra.

La medida, aprobada por ambas cámaras del Congreso con una mayoría a prueba de veto, tendrá como resultado un modesto aumento del salario de las fuerzas del ejército y a su vez aumentará la cantidad de soldados en servicio activo a más de 1,3 millones.

La NDAA también limita las transferencias desde el centro de detención de la Bahía de Guantánamo, lo que garantiza que Obama dejará el gobierno sin cumplir con su promesa de cerrar la prisión. Mientras tanto, defensores de la libertad de prensa dan voces de alarma en torno a un proyecto de ley poco conocido que se incluyó en la NDAA, mediante el cual se creará un centro nacional antipropaganda. En el marco de la Ley para Contrarrestar la Desinformación y la Propaganda, el Departamento de Estado trabajará activamente para “reconocer, comprender, denunciar y contrarrestar los esfuerzos extranjeros estatales y no estatales de desinformación y propaganda que tengan por objetivo socavar los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos”.