CIUDAD DE MÉXICO — De acuerdo a la Prensa Asociada y Azteca Noticias, Los mexicanos estaban divididos el lunes sobre si el gobierno hizo lo correcto al dejar en libertad al hijo de un capo del narcotráfico luego de que sus cómplices desataron un tiroteo en la ciudad de Culiacán, en el norte del país. Algunos sondeos indicaban que la opinión pública está dividida sobre si aceptar el argumento del gobierno de que era más importante salvar vidas que arrestar a Ovidio Guzmán, hijo del narcotraficante encarcelado Joaquín “El Chapo” Guzmán. Las armas confiscadas después de los enfrentamientos del jueves indican que el saldo de muertes pudo haber sido muy alto si el gobierno hubiera tratado de mantener detenido a Ovidio Guzmán luego de que la patrulla militar que lo detuvo se vio rodeada por hombres armados del cártel de Sinaloa. Las fuerzas de seguridad del gobierno decomisaron una potente ametralladora, siete granadas, ocho fusiles de asalto y 20 vehículos. Algunos hombres del cártel rodearon y comenzaron a disparar contra el complejo residencial donde viven las familias de los soldados, y luego de un par de horas, las fuerzas del gobierno recibieron órdenes de sus superiores de liberar a Ovidio Guzmán. En Culiacán, donde los residentes atemorizados se tiraron al piso o se escondieron detrás de las paredes durante la balacera, muchos estaban aliviados de que el gobierno haya cedido. “Ya ahora te puedo decir, a tres o cuatro días de esto, ya la gente dice ‘qué bueno que no lo agarraron’”, señaló Juan Carlos Ayala, un residente de Culiacán y profesor de la Universidad de Sinaloa que estudia la sociología del narcotráfico. “Independientemente de la posible masacre, qué bueno que no lo agarraron porque finalmente este grupo (el cártel de Sinaloa) es un mal necesario”. Ayala comentó que, aunque los residentes de la ciudad sufrieron unas pocas horas de terror el jueves mientras hombres armados del cártel quemaban vehículos, bloqueaban caminos y disparaban contra la policía y soldados, el cártel de Sinaloa “por lo normal, no agrede a la ciudadanía”. Desde entonces, el gobierno ha enviado más soldados de élite a Culiacán, y Ayala señaló que algunas personas temen que vuelvan a tratar de capturar a Guzmán luego de la humillación y ataques que sufrió el ejército el jueves. “No creo que lo van a dejar así”, agregó. De hecho, parecía que las fuerzas militares estaban dolidas. Videos supuestamente hechos por soldados que fueron publicados en las redes sociales el fin de semana llamaban “cobardes” a los hombres del cártel. El embajador estadounidense Christopher Landau se reunió el lunes con el secretario de Seguridad Pública Alfonso Durazo y líderes de las fuerzas de seguridad para hablar sobre la cooperación para reducir la cantidad de armas que ingresan ilegalmente a México desde Estados Unidos. El tema surgió el sábado en una llamada telefónica del presidente estadounidense Donald Trump a su homólogo mexicano Andrés Manuel López Obrador. México ha intentado aprovechar su éxito en la reducción del número de inmigrantes que arriban a la frontera de Estados Unidos para hacer que la Casa Blanca haga un mayor esfuerzo en disminuir el flujo de armas ilegales contrabandeadas desde ese país a territorio mexicano. En la balacera de Culiacán los delincuentes utilizaron un arsenal impresionante que era equiparable con el de las autoridades mexicanas.