El número de pruebas de coronavirus en Estados Unidos está disminuyendo pese a que las infecciones siguen elevadas y el total de muertes crece en más de 1.000 por día, una preocupante tendencia que funcionarios atribuyen a que los estadounidenses se sienten desalentados por las esperas de horas para hacerse la prueba y a que tardan días o semanas en enterarse de los resultados.
Un análisis de la Associated Press encontró que el número de pruebas por día bajó 3,6% en las últimas dos semanas, a 750.000, con la cuenta cayendo en 22 estados. Eso incluye lugares como Alabama, Mississippi, Missouri y Iowa, donde el porcentaje de resultados positivos es alto y sigue subiendo, un indicio de que el virus sigue diseminándose descontroladamente.
En medio de la crisis, algunos expertos en salud están llamando a la introducción de un tipo diferente de pruebas que arrojarían resultados en apenas minutos y serían una forma barata y simple para que millones de estadounidenses hiciesen sus propias pruebas, pero también serían menos acertadas.
“Existe un sentido de desesperación de que tenemos que hacer otra cosa”, dijo el doctor Ashish Jha, director del Global Health Institute de la Universidad de Harvard.
La realización amplia de pruebas es considerada clave para contener el brote en momentos en que Estados Unidos se acerca a los 5 millones de casos confirmados y más de 157.000 muertes, de un total de 700.000 en todo el mundo.
Se espera que la demanda de pruebas aumente de nuevo en el otoño, cuando reabren muchas escuelas y comienza la temporada de influenza, algo que muy probablemente abrumará las reservas y llevará a nuevas demoras.
Parte de la declinación de las pruebas en las últimas semanas era esperada luego que los agobiados laboratorios comerciales llamaron a los médicos a concentrarse en pacientes de mayor riesgo. Pero algunos funcionarios de salud y del gobierno están viendo una creciente frustración del público y una menor demanda.
En Iowa, las autoridades estatales reportaron menos interés en las pruebas, pese a una abundancia de suministros. La tasa diaria de pruebas en el estado llegó a su pico a mediados de julio, pero ha bajado 20% en las últimas dos semanas.