INT102754968a2c283_0Hong Kong— Los familiares de los pasajeros chinos del vuelo HM370 de Malaysia Airlines exigieron respuestas tras escuchar que el Boeing 777 se desplomó en el sur del Océano Índico y que ninguno de sus 239 ocupantes sobrevivió.

El Hotel Lido en Pekín, donde las familias se han reunido durante los últimos 17 días a la espera de información sobre sus parientes, fue escenario del dolor y la desesperación que provocó la noticia del destino final del vuelo MH370.

Gritos de angustia y dolor se escucharon, luego de que Malaysia Airlines corroboró las declaraciones hechas por el primer ministro de Malasia, Najib Razak, sobre que la aeronave desaparecida el pasado 8 de marzo cayó en aguas del Índico y que ninguno de sus ocupantes sobrevivió.

“Malaysia Airlines lamenta profundamente que tenemos que asumir más allá de cualquier duda razonable, que el (vuelo) MH370 se estrelló y que ninguna de las personas a bordo sobrevivió”, destacó la línea aérea en una declaración, leída por un portavoz en una conferencia de prensa.

“Ahora debemos aceptar todas las pruebas que indican que el avión cayó en el Océano Índico Meridional”, agregó mientras que los familiares de algunos de los 153 pasajeros de nacionalidad china gritaban y lloraban desconsolados, según un reporte del diario The Star.

Las mujeres gritaban y sollozaban, negando con la cabeza la lamentable noticia, mientras que los hombres maldecían y se lanzaban a golpes contra funcionarios de la aerolínea y agentes de seguridad del hotel.

En medio de empujones, una mujer se desmayó y tuvo que ser sacada en camilla por los servicios de emergencia, mientras que agentes de la Policía llegaron al lugar para contener la ira de algunos de los dolidos familiares.

“¡Esto no es cierto!”, gritaba una mujer entre sollozos, frente a las cámaras de televisión de varios medios de comunicación presentes en la sala del hotel Lido, donde se ofreció la conferencia de prensa.

En tanto, en el Hotel Ecuatorial Bangi de Kuala Lumpur, Malasia, donde a diario se brindaba información sobre la búsqueda del avión, se repitieron las escenas de dolor de algunos de los familiares, que lloraban a gritos y se golpeaban en la cabeza desesperados.

Selamat Omar, el padre de un ingeniero de aviación de 29 años de edad, quien estaba en el vuelo, dijo: “Aceptamos la noticia de la tragedia. Es el destino”.

Malaysia Airlines envió a los familiares de las personas a bordo del avión un mensaje de texto en el que se les informó de los hechos, antes de las declaraciones del primer ministro malayo, quien lamentó lo ocurrido y expresó sus condolencias.

“Sabemos que no hay palabras que nosotros o cualquier otra persona pueda decir para aliviar su dolor”, dijo Malaysia Airlines en un comunicado a las familias.

 

La aerolínea informó que transportaría a los familiares a la ciudad australiana de Perth, en el occidente del país, si son halladas partes de la aeronave, que serían llevadas a una base militar que está siendo utilizada por los aviones de búsqueda. Añadió que la “operación de búsqueda multinacional en curso continuará mientras buscamos respuestas a las preguntas que persisten”.

El desplome del avión se confirmó después de que durante el fin de semana la búsqueda internacional se concentró en el océano Índico meridional, a lo largo del corredor de la posible ruta de la aeronave, a más de dos mil 500 kilómetros de la costa suroeste de Australia.

La noticia, basada en nuevas evidencias obtenidas de un análisis sin precedentes de datos satelitales, significaba que era prácticamente imposible que alguno de los 239 pasajeros y miembros de la tripulación del avión pudiera haber sobrevivido.

Pero la más reciente pista es apenas un pequeño paso para resolver uno de los grandes enigmas de la historia de la aviación.

Dado que la ubicación precisa del vuelo 370 aún es desconocida –muy probablemente está en algún lugar en el fondo del mar en una zona remota del sur del Océano Indico– muchas preguntas siguen sin respuesta acerca de lo que hizo caer el avión y por qué.

Y la agotadora búsqueda de los restos y las cajas negras de la aeronave podría tomar años. La labor, que involucra a una fuerza multinacional que barre una vasta región del océano cuyo oscuro lecho está hasta a 7 mil metros (23 mil pies) de profundidad, ha sido desalentadora. Tanto es así, que también es posible que nunca se encuentre lo que queda del avión.

Vestido con un traje negro, el primer ministro de Malasia, Najib Razak, realizó el sombrío anuncio en un inesperado comunicado nocturno ante los periodistas en Kuala Lumpur. La información, dijo, se basa en un estudio de los datos de un satélite que había recibido las últimas señales conocidas desde el avión mientras se dirigía hacia el sur.

Los datos indicaron que el avión voló “a un lugar remoto, lejos de cualquier posible lugar de aterrizaje”, dijo Najib.

La desaparición del avión ha desconcertado a los investigadores, que aún tienen que descartar una falla mecánica o eléctrica, un secuestro, sabotaje, terrorismo y las cuestiones relacionadas con la salud mental de los pilotos o de otra persona a bordo.

Las autoridades de Malasia han dicho que la evidencia hasta ahora sugiere que el avión deliberadamente hizo un abrupto giro hacia el estrecho de Malaca, con sus sistemas de comunicación desactivados. No saben con certeza qué ocurrió después.