Linda Brown, la protagonista del histórico caso de la Corte Suprema de Estados Unidos “Brown contra la Junta de Educación”, por el que se abolió la segregación en las escuelas, murió a los 75 años en Topeka, Kansas. En setiembre de 1950, su padre, Oliver Brown, intentó inscribirla en tercer año en la escuela primaria de su barrio, que era exclusivamente para blancos, como parte de una lucha por los derechos civiles que se proponía abolir la segregación en las escuelas públicas. Las siguientes son las palabras de Linda Brown al recordar ese día, durante un discurso pronunciado en la celebración del 50º aniversario del caso “Brown contra la Junta de Educación”.

Linda Brown expresó: “Todo comenzó para mí en un agradable día de 1950, en la tranquila ciudad de Topeka, en Kansas, cuando un amable afroestadounidense tomó de la mano a su regordeta hija de siete años, caminó enérgicamente las cuatro cuadras desde su hogar hasta la escuela de blancos e intentó sin éxito inscribir a su hija. La niña de la que hablo soy yo, Linda Carol Brown, y mi padre es el difunto reverendo Oliver Leon Brown”.

Cuando se le negó la admisión a Linda Brown, su familia inició una demanda colectiva que se convirtió en el histórico caso por el cual la Corte Suprema eliminó la doctrina de “separados pero iguales”, lo que condujo a la abolición de la segregación en las escuelas públicas de todo el país. Las siguientes son las palabras de Brown al recordar el día de la sentencia de la Corte Suprema.

Linda Brown expresó: “El anuncio llegó a las 12:52 p.m. La decisión de la Corte Suprema de abolir la segregación fue unánime. Mi madre estaba emocionada. Al volver de la escuela me enteré de la decisión, que a esa altura lo único que significaba para mí era que mis hermanas no tendrían que caminar tanto para ir a la escuela el siguiente otoño. Esa tarde, nuestro hogar se llenó de alegría. Recuerdo ver lágrimas de felicidad en los ojos de mi padre mientras nos abrazaba y repetía: ‘Gracias a Dios’. Esa noche, mi familia asistió a una manifestación conducida por la rama local de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color, que se llevó a cabo en la escuela pública Monroe”.

A pesar de la sentencia de la Corte Suprema, los activistas por los derechos civiles han luchado durante décadas por una abolición total de la segregación en las escuelas públicas de Estados Unidos. La lucha continúa hasta el día de hoy.