Espiaba Texas a México al vigilar la frontera
Austin, Texas — En otoño del 2009, el entonces gobernador Rick Perry anunció la formación de los Equipos Rangers de Reconocimiento, las unidades de élite de los Rangers de Texas que dijo ayudarían al estado a “llenar la brecha que el Gobierno federal dejó” en la protección de la frontera entre Texas y México.
Pero tal vez las unidades también hayan rebasado las leyes de la ley internacional, según documentos internos del Departamento de Seguridad Pública (DPS, por sus siglas en inglés) de Texas que el American-Statesman obtuvo.
En informe fechado en noviembre del 2010, redactado por el crucial contratista del DPS que contribuyó a diseñar el programa de seguridad fronteriza de la dependencia, se señala que las autoridades estatales texanas participaron en la vigilancia aérea de objetivos pertenecientes a cárteles de la droga ubicados al sur de la frontera, actividades que el contratista describió como “espiar a México”.
“Durante esta operación, la aeronave RC-26 de vigilancia a altitud elevada está utilizándose a fin de monitorear puntos de interés que se sospecha sean de ‘Los Zetas’ y remitiendo dicha información a Inmigración y Aduanas (ICE)”, se lee en el documento.
“Usando esta información, el ICE puede trabajar en conjunto con fuerzas mexicanas militares a efecto de tener en la mira a ‘Los Zetas’ tanto al norte como al sur de la frontera con el propósito de obstruir las operaciones de narcotráfico del cártel”.
Antes de la sección aparece una advertencia en cursiva: “Hay que tener cuidado en esto pues admitimos espiar a México”.
El documento fue realizado por el ex contratista de DPS Abrams Lerarning and Information Systems (ALIS), empresa particular de defensa con domicilio en Virginia dirigida por el ex general del Ejército John Abrams a la cual líderes estatales han aplaudido por aportar un punto de vista militar a las medidas de seguridad fronteriza.
Al solicitárseles comentarios, funcionarios del Departamento de Seguridad Pública se distanciaron de los materiales de ALIS.
“Este documento lo hizo un prestador externo de servicios, resultando imperativo dejar claro que la dependencia rechaza claramente la referencia a ‘espiar’”, dijo mediante e-mail el portavoz Tom Vinger. “Esta descripción no refleja la postura de la dependencia ni se empleó nunca como punto a contemplar”.
No está claro qué tanto se internó en México la vigilancia, si Texas ingresó en espacio aéreo mexicano o si únicamente dirigió hacia el Sur cámaras potentes, si las contrapartes mexicanas otorgaron permiso para vigilar o si el estado contaba con algún convenio formal con las autoridades federales para compartir inteligencia para las misiones.
Tampoco está claro si los operativos de vigilancia prosiguieron más allá del 2010.
La Guardia Nacional de Texas, la cual operaba con regularidad los vuelos de los RC-26 como apoyo a misiones estatales y federales contra las drogas, dijo no disponer de información referente a la misión específica que ALIS mencionó, mientras que una vocera de Perry remitió las preguntas a DPS.
Hablando en términos generales, tanto la Guardia como DPS señalaron que sus operaciones aéreas se mantienen fuera del espacio aéreo mexicano, mientras que DPS aseguró que su vigilancia no llega más allá de la “región inmediata de tierra adentro” de México.
Lo peor que podría ocurrir, consideraron expertos en seguridad y ex funcionarios diplomáticos, es que la vigilancia descrita en el documento pudiera violar acuerdos con México y poner en peligro otras investigaciones federales; lo mejor, indicaron, sería que los documentos reflejaran malas decisiones por parte de los contratistas estatales de seguridad fronteriza.
“Parece que estaban tratando de hacer trabajo que es responsabilidad del gobierno federal de Estados Unidos”, dijo Phil Jordan, el ex director del Centro de Inteligencia de El Paso adscrito a la Agencia Antidrogas, quien dijo que vigilar a México debe aprobarse “a los niveles más altos” del Gobierno estadounidense.
Si bien podría resultar poco común que un estado en particular realice su propia vigilancia internacional, el experto en seguridad nacional Robert Chesney de la Universidad de Texas señaló que probablemente Texas no esté actuando sobre bases legales firmes en el presente caso.
Funcionarios del DPS señalaron que dicha instancia “generalmente realiza operativos de seguridad fronteriza en coordinación/conjunto con nuestros colaboradores de corporaciones policiacas a nivel local, estatal y federal”.