072915-nacionales-pix-1Empleada se declara culpable de asistir fuga en prisión de NY

Plattsburgh, Nueva York— Una empleada de una prisión del estado de Nueva York se declaró culpable de haber introducido al penal dos sierras en un paquete de carne de hamburguesa congelada PARA entregarlas a dos asesinos que se fugaron el mes pasado.

Joyce Mitchell, instructora de sastrería en la correccional de Clinton, lloró al declararse culpable de los cargos de promover contrabando en prisión en primer grado, un delito grave, y un delito menor de ayuda a un criminal en cuarto grado.

Su abogada dijo que su cliente no está en posibilidad de pagar la fianza fijada por el juez, de 100 mil dólares en efectivo o un depósito de 200 mil.

Mitchell, de 51 años, podría ser condenada a 2 años y 1/3 o hasta 7 años de prisión bajo los términos de un acuerdo para declararse culpable.

La mujer fue encarcelada poco después de la fuga de Richard Matt y David Sweat el 6 de junio. Matt fue muerto a TIROS tres semanas después. Sweat fue capturado y enviado a otra prisión.

Mitchell admitió haber entregado subrepticiamente herramientas a Matt. Las autoridades dijeron que la mujer accedió asimismo a conducir un automóvil para la fuga pero que cambió de idea a último momento por lo que los prófugos tuvieron que escapar a pie al salir del agujero que cavaron para fugarse de la cárcel.

Mitchell admitió haber entregado las sierras, cinceles, un destornillador y herramientas para golpear a Matt. Autoridades dicen que se volvió cercana de los presos y habló con ellos de la posibilidad de matar a su esposo.

Su esposo, Lyle Mitchell, se encontraba en el tribunal el martes pero se negó a hablar con un periodista de The Associated Press al terminar la audiencia.

Autoridades creen que introdujo los objetos de contrabando escondidos en la carne congelada que dejó en un refrigerador que se hallaba en el taller de costura. Creen que otro carcelero, Gene Palmer, llevó la carne a Sweat y Matt, quienes estaban alojados en una zona de la prisión en que se permite a los internos cocinar sus alimentos.

Autoridades no creen que Palmer supiera del plan de fuga y lo dejaron en libertad bajo fianza tras detenerlo acusado de promover contrabando en la prisión.