El lunes el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a arremeter contra la caravana de migrantes centroamericanos que se dirige hacia la frontera sur de Estados Unidos. Trump alega –aunque no ha ofrecido evidencia alguna al respecto– que terroristas y miembros de la pandilla MS-13 se infiltraron en el grupo. El presidente de Estados Unidos publicó en su cuenta de Twitter: “Lamentablemente, parece que la Policía y el Ejército de México no pueden detener la caravana que se dirige a la frontera sur de Estados Unidos. Criminales y desconocidos provenientes de Oriente Medio están mezclados en el grupo. He alertado a la Patrulla Fronteriza y al Ejército de que esto es una emergencia nacional. ¡Hay que cambiar las leyes!”. Trump también reiteró su amenaza de recortar la ayuda a Honduras, El Salvador y Guatemala, y criticó a los demócratas por su posición respecto de la política fronteriza estadounidense, en un intento continuo por convertir la caravana en un tema central en las elecciones de mitad de período que se celebrarán en noviembre en Estados Unidos. Paralelamente, los lugareños que viven cerca de la ruta de la caravana han proporcionado asistencia voluntaria para atender las necesidades básicas de los migrantes. Estas son las palabras de la residente mexicana Ana Gamboa.

Ana Gamboa expresó: “Lo único que le puedo decir a la gente es que deben ser más humanos, que debemos mirar dentro de nuestros corazones e imaginarnos a nosotros mismos en los zapatos de los inmigrantes. Porque no es fácil lo que están haciendo. Nos gusta criticar a Donald Trump por la forma en que trata a los mexicanos en Estados Unidos, y ahora actuamos como él. No tenemos ningún muro [en nuestra frontera], pero a veces nosotros mismos somos el muro”.

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