030216-Roberto-Nodal-1Bolivia: Evo Pierde Una Batalla

Roberto A. Nodal

        La reciente derrota del presidente Evo Morales en el plebiscito por el que pretendía reformar la Constitución de Bolivia para poder extender su mandato por cinco años mas (hasta 2025) es mala noticia para el mandatario pero a la vez buena para su país, en terminos de la vitalidad y madurez democrática de las que han dado muestras los votantes.  Los bolivianos han decidido dar un rotundo no a los planes de Morales de volver, luego de 2009, a modificar de nuevo la Constitución, y a la vez de abrir un proceso de renovación que culminará eventualmente con un nuevo ocupante en la presidencia en 2020, el año en que oficialmente termina el mandato de Morales.  El resultado final, con una victoria del “no” por un margen relativamente estrecho del 2.6 por ciento, revela igualmente una gran división política en el país; un escenario en sí inadecuado para llevar a cabo el grado de reforma constitucional que proponía el mandatario.

        La negativa a la pretensión del dirigente boliviano de ampliar sus opciones para seguir en el poder, luego de diez años en el mismo, tendrá a largo plazo consecuencias internas y regionales.  Dentro de Bolivia, porque a pesar de que el partido de Morales aún controla la mayoría en el Congreso los resultados de la votación forzosamente obligan a Morales, como lider del “Movimiento al Socialismo” (MAS), a preparar su sucesión y elegir a alguien que pueda seguir impulsando su proyecto social con el mismo apoyo popular del que ha contado hasta ahora.  Y al mismo tiempo coloca a la oposición frente a la tarea de trabajar seriamente para construir una alternativa factible al modelo de Evo Morales, que ha tenido dificultades pero también logros y aspectos positivos, como el crecimiento económico sostenido y un mayor flujo de capital, la relativa estabilidad en la que bajo su mandato ha vivido Bolivia -país que por mucho tiempo tuvo la dudosa fama de contar con el mayor número de golpes de estado en el hemisferio – así como el alza en la calidad de vida de amplios segmentos de la población, particulamente entre los sectores mas pobres y marginados.

        Regionalmente, la derrota supone igualmente un debilitamiento del movimiento Populista bolivariano en América Latina.   Tras la derrota de Cristina Fernández de Kirchner en Argentina, las posible destitución de Dilma Rousseff en Brasil por cargos de corrupción,” una mas estrecha relación de Cuba y Estados Unidos, y la decisión de Rafael Correa de no buscar la re-elección en Ecuador en 2017, el revés de Morales se une al decisivo mensaje enviado por los venezolanos al presidente Nicolás Maduro con la estrepitosa y contundente derrota del chávismo en las elecciones parlamentarias de diciembre.

        Morales ha manifestado que ha “perdido la batalla pero no la guerra.”  En cierta forma, y por diversas razones, está en lo cierto.   Sin embargo, en muchos otros aspectos a la vez, los resultados de este referendum significa un paso político atrás para Evo, y lo cual refleja que el primer mandatario boliviano pudiese haber dejado de recibir parte de la confianza depositada en él por sus compatriotas.