WASHINGTON — De acuerdo a la AP, la suerte de la elección presidencial pendía de un hilo el miércoles, mientras el presidente Donald Trump y su rival demócrata Joe Biden se disputaban todavía los estados de Michigan y Pensilvania, que podrían resultar cruciales para determinar quién va a la Casa Blanca.
No estaba claro cuándo se conocería el resultado final. El exvicepresidente llevaba una leve ventaja en Michigan y ganó en Wisconsin, pero demasiado estrecha para declarar un ganador. Restaba contar cientos de miles de votos en Pensilvania. La campaña de Trump informó el miércoles que había iniciado una demanda para detener el recuento de votos en el disputado estado de Michigan.
Ninguno de los candidatos alcanzó el martes el mínimo de 270 votos en el Colegio Electoral necesario para ganar la presidencia, y los márgenes eran estrechos en otros estados. Asesores tanto de Biden como de Trump se declararon confiados de la victoria en los estados aún no definidos.
Los márgenes eran sumamente estrechos, con victorias para cada candidato en los estados más disputados. Trump ganó Florida, el más grande de los estados indecisos, mientras Biden lo hizo en Arizona, un estado que los republicanos confiaban ganar.
La elección se realizó contra el trasfondo de una pandemia que ha matado a más de 230.000 estadounidenses y eliminado millones de empleos. Los dos candidatos dedicaron meses de campaña a presentar visiones drásticamente distintas del futuro de la nación y los votantes respondieron: más de 100 millones de ciudadanos votaron anticipadamente.
Trump insólitamente se declaró ganador y dijo que recurriría a la Corte Suprema para detener el recuento. Estaba poco claro qué medida legal intentaría tomar.
En breves declaraciones a su partidarios en Delaware, Biden exhortó a tener paciencia y dijo que la elección “no termina hasta que se cuenta cada voto, todas las boletas”.
“No me corresponde a mí ni le corresponde a Donald Trump declarar quién ganó esta elección”, dijo Biden. “La decisión es del pueblo estadounidense”.
Los recuentos suelen continuar más allá de la jornada electoral y cada estado determina cuándo termina el recuento. En las elecciones presidenciales, una fecha clave es aquella de diciembre en la que se reúnen los electores. Esa fecha la determina una ley federal.
Varios estados permiten aceptar votos por correo después de la jornada electoral siempre que el matasellos lleva fecha como máximo del 3 de noviembre. Es el caso de Pensilvania, que admite las boletas que llegan hasta tres días después.
El gobernador de Pensilvania, Tom Wolf, tuiteó que faltaba contar más de 1 millón de votos y que “prometió a los votantes de Pennsylvania contar cada voto y es lo que haremos”.
Trump aparentemente insinuó que no se deberían contar esos votos y que bregaría por esa decisión ante la corte. Pero expertos en derecho pusieron en tela de juicio esa declaración.
“Yo no veo cómo podría ir directamente a la Corte Suprema para detener el recuento de votos. Podría haber recursos en distintos estados y algunos podrían llegar a la Corte Suprema. Pero las cosas no funcionan así”, dijo Rick Hasen, profesor de derecho y ciencias políticas en la Universidad de California-Irvine.
Trump ha designado a tres de los nueve jueces de la Corte Suprema, siendo la más reciente Amy Coney Barrett.