La mujer fue detenida mientras intentaba mover de lugar el cadáver del niño.

Nuevas declaraciones de la madrastra del pequeño Gabriel Cruz se han difundido a la prensa. En esta ocasión, Ana Julia Quezada declaró ante el juez que el menor de 8 años tuvo la culpa de su muerte y que ella solo intentó quitarle el arma.

De acuerdo con el diario español “El Mundo”, la mujer alegó ante la policía que tuvo una discusión con el niño, hubo un forcejeo en el que ella le arrebató el hacha con el que el pequeño trataba de arremeter contra ella y esta le habría devuelto el golpe con la parte roma del utensilio. A continuación, le apretó el cuello hasta acabar con la vida de Gabriel.

Según algunos expertos consultados por la prensa española, este sería un intento de Ana Julia Quezada para evitar ser condenada por asesinato y así burlar su condena de prisión permanente revisable, lo más próximo a la cadena perpetua en Europa.

La dominicana detenida el domingo en España cuando transportaba en su auto el cadáver de Gabriel Cruz, hijo de su pareja, confesó este martes haberlo matado, según indicó la Guardia Civil.

Ana Julia Quezada, de 43 años, “ha confesado ser la autora material de la muerte de la víctima”, de ocho años declaró a la AFP un portavoz de la Guardia Civil en Almería (sureste), sin más precisiones.

La mujer fue detenida 12 días después de que el pequeño Gabriel Cruz desapareciera en el pueblo de Hortichuelas, en la provincia de Almería.

Ana Julia explicó el martes que la tarde del asesinato salió de la casa después de Gabriel, lo encontró y le dijo que le acompañara a la finca de Rodalquilar. Una vez allí, según sus palabras, discutieron, le dio un golpe y el niño perdió el conocimiento.

Según la ley española, una condena de prisión permanente revisable, lo más próximo a la cadena perpetua en Europa, se aplica cuando la víctima es un menor de 16 años.

Al culpar al menor de la tragedia, Ana Julia, según fuentes consultadas por medios españoles, estaría buscando se condenada por homicidio (pena de 10 a 15 años) o incluso homicidio imprudente (uno a cuatro años).

Otras fuentes anónimas de la Comandancia de la Guardia Civil de Almería confesaron que no dan credibilidad a toda la versión de Ana Julia y apuntan a que todo forma parte de un plan premeditado.

La noticia de la detención de Ana Julia Quezada y la muerte del niño han suscitado violentas reacciones.

En unos videos de aficionados publicados el lunes podía verse a la sospechosa del crimen saliendo de un edificio acompañada de guardias civiles y bajo los insultos de la gente. En un momento dado, los agentes tuvieron que echar atrás a unos espontáneos que querían agredirla.

Algunos incluso piden que se restablezca la pena de muerte, y en solo dos días, más de 330.000 personas han firmado una petición para que purgue su pena en la República Dominicana, lejos del “confort” de las cárceles españolas.

Otra petición que exige para ella es la cadena perpetua, que recabó más de 270.000 firmas.

El canal dominicano CDN entrevistó a su hermana Lucía Quezada, quien dijo que si Ana Julia es culpable deberá pagar “y que Dios le cobre”. “Pero si no lo es, también que Dios meta la mano” y la ayude, añadió.

Los investigadores están además indagando en otro suceso que marcó el pasado de la sospechosa. En 1996, una niña a la que cuidaba, y que según la prensa era su hija, murió al caer por la ventana del edificio donde vivía. El caso fue en su momento archivado como un accidente.