WASHINGTON  — Según la AP, son dos pequeños estados caribeños que le han complicado la vida a los presidentes estadounidenses desde hace décadas. Ahora, Cuba y Haití plantean un nuevo reto a Joe Biden, que puede tener consecuencias políticas importantes en un estado clave en las elecciones estadounidense, la Florida.

Numerosos manifestantes se han volcado a las calles de Cuba en los últimos días para criticar al gobierno comunista y protestar por la escasez de alimentos y los altos precios en medio de la pandemia del coronavirus.

En Haití, las autoridades piden a Estados Unidos que interceda en la crisis política desatada por el asesinato del presidente Jovanel Moïse la semana pasada, en una nación en la que las intervenciones militares y humanitarias de Estados Unidos han sido problemáticas.

Biden enfrenta crecientes presiones de legisladores republicanos para que apoye a los manifestantes cubanos. Por ahora, sus asesores se han manejado con mucha cautela en torno a Haití.