CIUDAD DE MÉXICO — Según la AP, el actor Eugenio Siller de “¿Quién mató a Sara?” advierte que la segunda temporada de la serie, es como entrar en un terreno de arenas movedizas donde nada es lo que parece. Incluyendo a Sara.
“La blanca palomita de Sarita”, dijo Siller en una entrevista reciente por videollamada. “Nos vamos a enterar que no era el personaje y no era la persona que todos creíamos. Empiezan a salir secretos tan oscuros y tantas cosas que a todos nosotros (los personajes) nos mueve el tapete y nos van a afectar”.
La primera temporada de “¿Quién mató a Sara?” debutó en marzo y fue un éxito instantáneo, convirtiéndose en una de las series de habla hispana más vistas a nivel mundial en Netflix al alcanzar a 55 millones de suscriptores.
“Fue un proceso increíble”, dijo Siller, quien da vida a José María “Chema” Lazcano en la serie. “Ver que había tantos reportajes en tantos idiomas y en tantos países en los que se ve, que son más de 190, fue impactante para mí”.
Destacó que las dos temporadas se filmaron en México con semanas de diferencia, lo que le permitió al elenco mantener la tensión en el misterio y el tono de sus personajes. La producción de la primera temporada se hizo parcialmente antes de la pandemia; la segunda fue totalmente hecha en la era del COVID-19.
“Normalmente en otras series no pasa, siempre haces una temporada y ven cómo le va y después haces una segunda”, dijo. “En este caso quiero pensar que les encantó tanto y les gustó mucho lo que vieron que se aventaron el volado y se animaron al saber que la primera temporada tenía un potencial muy grande para poder ser exitosa”.
“En cuanto nos dijeron a todos ‘¿se avientan la segunda temporada?’, creo que todo el mundo dijo ‘sí’ porque estábamos aparte tan contentos, se armó un equipo tan bonito… hubo una cohesión grupal y nos aventamos las dos temporadas”, agregó.
Para Siller, el éxito de esta historia de suspenso, creada por el escritor chileno José Ignacio “Chasas” Valenzuela, se debe a su capacidad de mantener a los espectadores al borde del asiento tratando de descubrir si Alex (Manolo Cardona) logra vengar la muerte de su hermana Sara (Ximena Lamadrid).
Si bien en la primera temporada la pregunta era quién fue el culpable, en ésta el enigma es saber quién es Sara, pues a pesar de ser una adolescente, su vida está llena de secretos impactantes, incluso para su hermano.
“Cambia el rumbo de hacia quién vamos a apuntar con el dedo de quién es el culpable, eso es lo que a mí me encanta”, dijo Siller. “Más que espectador te vuelves como personaje activo de la serie… te hace como que sea un juego interactivo, estás participando como espectador y eso es una buena señal de que la serie te atrapa y el escritor ha hecho muy bien su trabajo”.
Algo similar pasa con Chema, a quien después de años de defender su homosexualidad ante el rechazo de su padre, el tenebroso empresario de casinos César Lazcano (Ginés García Millán), e incluso de intentar comenzar una familia con su pareja (Luis Roberto Guzmán), lo vemos en situaciones que harían pensar que es algo homoflexible.
“En la primera temporada vemos cómo ha luchado por aceptarse como persona, por quererse, por aceptarse con sus preferencias sexuales como es, formar una familia, cumplir sus sueños, que no le importa lo que la gente diga”, dijo Siller. “En esta segunda temporada la vida le pone a prueba todas esas cosas a ver si es cierto que ha trabajado tanto en él que las tiene superadas y de repente vemos que hay unas que no las tiene tan superadas… Chema va a aprender que cada pequeña cosa y cada acto que hace tiene una consecuencia y eso es una lección que a veces se nos olvida a todos en la vida”.