112614 internaciones pix1  Moscú— Aislado en la escena internacional, el presidente ruso Vladimir Putin reveló ayer que no se ve presidente vitalicio, pero quizás bregue por un cuarto mandato en 2018, en una entrevista en la que habla de la soledad del poder y de sus hijas.

El jefe de Estado ruso, quien mantiene una dura pulseada con europeos y estadounidenses desde la reanexión, en marzo pasado, por parte de Rusia de la península ucraniana de Crimea, refutó las críticas y proclamó su credo: “Somos más fuertes que todos los demás porque tenemos razón”.

Presidente interino desde el 31 de diciembre de 1999 tras la renuncia de Boris Yeltsin, Putin fue elegido en el cargo por primera vez en 2000, y luego reelegido en 2004. Su actual primer ministro, Dimitri Medvedev, lo sucedió en 2008, puesto que la Constitución rusa prohíbe más de dos mandatos consecutivos.

Pero Vladimir Putin volvió al Kremlin en 2012 para un nuevo mandato fijado en seis años. El jefe del Estado, de 62 años de edad, indicó además que no excluía volver a presentarse en 2018 para un nuevo periodo de gobierno, lo que le permitiría dirigir al país hasta 2024. Para entonces tendría 72 años. Algunos de sus predecesores en la época soviética, como Stalin y Brezhnev, murieron en el Kremlin, con 74 y 75 años, respectivamente.

“Sí, es posible que vuelva a presentarme. Aunque todavía no sé si lo haré”, declaró. “Tendré en cuenta el contexto general, mi sentimiento más profundo, mi humor”, precisó.

Acusado por la oposición liberal de concentrar todos los poderes y ejercer un régimen autoritario, Putin considera que “pensar que el presidente lo decide todo, que todo siempre depende de él no es correcto”.