Washington— El Departamento Estadounidense Antidrogas (DEA) pagó 854 mil 460 dólares a lo largo de casi 20 años a un secretario de la empresa ferroviaria Amtrak para obtener datos confidenciales de los pasajeros, información que hubiera podido obtener legalmente y gratis a través de la policía, según pudo saber The Associated Press.
El empleado sólo fue identificado como el “secretario de una tripulación de tren y locomotora” en un informe del inspector general de Amtrak sobre el incidente. Se le permitió retirarse, en lugar de someterlo a la disciplina administrativa, después del descubrimiento de que el trabajador vendía “regularmente” información privada sobre los pasajeros desde 1995 sin la aprobación de Amtrak, de acuerdo con un resumen de un solo párrafo sobre el asunto.
La oficina del inspector general de Amtrak, Tom Howard, se negó a identificar al secretario o aclarar por qué se llevó tanto tiempo descubrir los pagos. El informe de Howard dice como conclusión que “sugerimos cambios normativos y otras medidas para enfrentar debilidades de control que la gerencia de Amtrak está estudiando”.
Matt Barden, vocero de la DEA, se negó a hacer declaraciones.
Aerolíneas, ferrocarriles y otras empresas de transporte reciben la información de los pasajeros que efectúan reservaciones. Esta generalmente incluye el nombre del pasajero y sus acompañantes, la fecha de emisión del boleto y la del viaje, información sobre viajeros frecuentes, números de tarjetas de crédito, contactos de emergencia, itinerario, equipaje, número de pasaporte, fecha de nacimiento, sexo y número de asiento.
El senador Chuck Grassley, el republicano de mayor jerarquía en la Comisión Judicial de la cámara alta, dijo que era un gasto innecesario y pidió mayor información en una carta a la titular de la DEA, Michele Leonhart. Grassley dijo que el incidente “plantea interrogantes graves sobre las prácticas de la DEA y daña su credibilidad para cooperar con otras agencias policiales”.
El nombre oficial de Amtrak es National Railroad Passenger Corp. Aunque no pertenece al gobierno, ha recibido decenas de miles de millones de dólares en subsidios federales y está sujeta a la Ley de Libertad de Información.
El inspector general de la empresa dijo que el secretario proporcionó la información sin pedir autorización a la gerencia de la compañía ni a la policía. La política de privacidad de Amtrak le permite vender o dar información personal de sus clientes y pasajeros a los contratistas o a un rubro que llama “ciertos socios comerciales dignos de confianza”.