Screen Shot 2013-08-18 at 6.24.13 PMLITTLE ROCK, Arkansas, EE.UU.— Un tipo de meningitis causada por una ameba que se alimenta del cerebro es increíblemente inusual y casi siempre resulta fatal, por lo que es de sorprender que una niña de Arkansas esté viva y reaccionando después de que se le diagnosticó con esta enfermedad el mes pasado.

Desde 1962 se han reportado cerca de 130 casos en Estados Unidos, de acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). Antes de la menor, Kali Hardig, de 12 años, solamente se sabía de un sobreviviente en Estados Unidos y de otro caso no fatal documentado en México.

“Hasta el caso de Kali, sólo se habían reportado dos sobrevivientes”, dijo Mark Heulitt, uno de los médicos que la atendieron. “Ahora, el de Kali es el tercero”, agregó.

Funcionarios de salud dijeron que el éxito de Kali se debe en gran parte a un tratamiento experimental y a una detección y diagnóstico tempranos.

La madre de Kali, Traci Hardig, la llevó al Hospital Infantil de Arkansas con una fuerte fiebre el 19 de julio —poco después de que Kali fue a nadar en un parque acuático en el centro de Arkansas. El parque, ahora clausurado, incluía un lado con fondo arenoso.

El Departamento de Salud estatal ha indicado que es muy probable que Kali haya tenido contacto en el parque con la ameba, llamada Naegleria fowleri.

La Naegleria fowleri con frecuencia se encuentra en aguas dulces templadas, como lagos, ríos y aguas termales. La ameba entra al cuerpo casi siempre a través de la nariz, mientras la persona nada o se lanza al agua. Puede viajar luego al cerebro, causando una infección devastadora llamada meningoencefalitis amebiana primaria. Eso es lo que Kali ha estado combatiendo.

Los primeros síntomas por lo general se presentan luego de uno a siete días y pueden incluir dolor de cabeza, fiebre, náusea y vómito. La enfermedad avanza rápidamente y otros síntomas pueden incluir tortícolis, confusión, pérdida de equilibrio, convulsiones y alucinaciones.

Además, la infección destruye el tejido cerebral y puede causar edema cerebral y la muerte.

Por eso, en el caso de Kali, los médicos enfriaron su cuerpo a fin de reducir la inflamación. También obtuvieron autorización para administrarle un medicamento contra el cáncer de seno, dijo Heulitt.

“Debió estar en el respirador durante dos semanas”, informó Heulitt, pero desde entonces, la menor ha mejorado de manera increíble.

Kali ahora puede respirar sin ayuda. Si bien aún no es capaz de hablar, sí puede escribir su nombre y responder a médicos y sus familiares. Las pruebas no muestran señales del parásito en su organismo.

Aún le quedan semanas de rehabilitación, pero por ahora su familia celebra sus logros.

“Pasamos de que se nos dijera que nuestra pequeña hija no sobreviviría a esta ameba a que ahora se nos diga que Kali va a ser la tercera sobreviviente y va a regresar a casa”, dijo Traci Hardig.