DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos (AP) — Irán enfrentaba el martes críticas de la comunidad internacional por la muerte de una mujer que había sido detenida por la policía de la moral, lo que desencadenó protestas desde el fin de semana que incluyeron enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en la capital y otros disturbios que cobraron las vidas de al menos tres personas.

La Oficina de Derechos Humanos de la ONU pidió una investigación. Por su parte, Estados Unidos, que intenta reactivar el acuerdo nuclear de 2015 con Irán, pidió a la república islámica que ponga fin a su “persecución sistemática” de las mujeres. Italia también condenó la muerte de la joven.

Las autoridades iraníes desestimaron las críticas por considerar que tenían una motivación política y acusaron a países extranjeros de fomentar los disturbios.

Por otra parte, un funcionario iraní dijo que tres personas habían sido asesinadas por grupos armados no identificados en la región kurda del país donde comenzaron las protestas, lo que supone la primera confirmación oficial de muertes relacionadas con los disturbios.

La agencia de noticias semioficial Fars informó que unos 300 manifestantes se habían reunido en el centro de Teherán el martes, gritando “muerte al dictador”. Reporteros de AP vieron posteriormente un gran despliegue policial en la zona, además de contenedores de basura incendiados y piedras desperdigadas por algunos cruces.

El gobernador de la provincia de Teherán, Mohsen Mansouri, acusó a las embajadas extranjeras de fomentar las protestas y dijo que se había detenido a tres ciudadanos extranjeros. No especificó la nacionalidad de las embajadas ni de los detenidos.

El organismo de la ONU dijo que la policía de la moral iraní ha ampliado sus patrullajes en los últimos meses y perseguido a mujeres que no llevan de forma adecuada el pañuelo islámico o hiyab, que les cubre el cabello. La agencia dijo haber verificado videos en los que se veía a mujeres siendo abofeteadas, golpeadas con palos y arrojadas a camionetas policiales por llevar el hiyab demasiado suelto.

Una patrulla similar detuvo el pasado martes a Mahsa Amini, de 22 años, y la llevó a una comisaría de policía donde perdió el conocimiento. Murió tres días más tarde. La policía iraní negó haber maltratado a Amini y dijo que había muerto de un ataque al corazón. Las autoridades afirman que están investigando el incidente.

“La trágica muerte de Mahsa Amini y las acusaciones de tortura y maltrato deben ser investigadas de forma rápida, imparcial y efectiva por una autoridad competente independiente”, afirmó Nada al-Nashif, alta comisionada de la ONU para los derechos humanos en funciones.

El secretario de Estado de Estados Unidos Antony Blinken declaró que Amini “debería estar viva hoy”.

“En lugar de ello, Estados Unidos y el pueblo iraní la lloran. Exigimos al gobierno iraní poner fin a su persecución sistemática de las mujeres y permitir las protestas pacíficas”, añadió Blinken en Twitter.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Italia pidió que “los perpetradores de este acto cobarde” sean llevados ante la justicia, afirmando que “la violencia contra inocentes, especialmente contra mujeres y niñas, nunca debe ser tolerada”.

El ministro del Exterior iraní Hossein Amirabdollahian rechazó las críticas, y acusó a Estados Unidos de estar derramando “lágrimas de cocodrilo”.

“Se ha ordenado una investigación sobre la trágica muerte de Mahsa, que, como dijo nuestro presidente, era como nuestra propia hija”, tuiteó el ministro iraní.

“Para Irán, los derechos humanos tienen un valor inherente, a diferencia de quienes los usan como herramienta política”, añadió.

La policía publicó la semana pasada imágenes tomadas con cámara de seguridad que supuestamente mostraban el momento en el que Amini se había derrumbado. Pero su familia dijo que no tenía antecedentes de problemas de corazón.

Amjad Amini, su padre, dijo a un sitio web iraní de noticias que los testigos habían visto cómo era empujada hacia un auto policial.

“Pedí acceso a los (videos) de las cámaras dentro del auto, así como del patio de la comisaría, pero no respondieron”, dijo. También acusó a la policía de no trasladarla a un hospital a tiempo, y afirmó que pudieron haberla reanimado.

Cuando llegó al hospital no le permitieron ver el cuerpo, pero logró atisbar una magulladura en su pie, aseguró.

Después, las autoridades lo presionaron para enterrarla de noche, al parecer para reducir las probabilidades de una protesta, pero Amini dijo que la familia había logrado que les dejaran enterrarla a las 8 de la mañana en su lugar.

Amini, que era kurda, fue enterrada el sábado en su ciudad natal, Saqez, en el oeste de Irán. Allí se produjeron protestas tras su funeral y la policía lanzó gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes el sábado y el domingo. Varios manifestantes fueron detenidos.

Las protestas se extendieron el lunes a Teherán y otras ciudades. Un sitio web afiliado a la televisora estatal dijo que 22 personas habían sido detenidas en una marcha en la ciudad norteña de Rasht.

La televisora estatal mostró imágenes de protestas el lunes en las que se veían dos autos policiales con ventanas rotas. Informó que los inconformes habían quemado también dos motocicletas, y prendieron fuego a banderas iraníes en zonas kurdas y en Teherán.

La cadena estatal atribuyó los disturbios a países extranjeros y grupos opositores en el exilio, a los que acusó de utilizar la muerte de Amini como pretexto para imponer más sanciones económicas.

Irán ha registrado oleadas de manifestaciones en años recientes, sobre todo por una prolongada crisis económica agravada por las sanciones occidentales asociadas al programa nuclear iraní.

Las autoridades han logrado sofocar las protestas por la fuerza.