CIUDAD DE MÉXICO — De acuerdo a la Prensa Asociada, Las autoridades descubrieron el martes un túnel debajo de un edificio industrial en la Ciudad de México que fue cavado por ladrones de combustible para explotar los ductos de gasolina y diésel.

El gobierno mexicano descubre miles de tomas clandestinas cada año, pero rara vez se encuentran conectadas a túneles o se localizan en zonas tan pobladas.

El túnel tiene varios metros de largo y estaba apuntalado para evitar que se derrumbara. El túnel brindaba acceso a cuatro oleoductos que transportan combustible a una serie de depósitos. Contaba con varias perforaciones ilegales, con mangueras que salían hacia una extensa área de estacionamiento.

Presumiblemente, tales operaciones de perforación a gran escala tienen la capacidad de llenar camiones cisterna o vehículos industriales. La compañía paraestatal petrolera Pemex ha descubierto venta de gasolina aparentemente robada en gasolineras autorizadas.

Las tomas clandestinas por lo regular presentan fugas y se incendian, como ocurrió el pasado 18 de enero en el estado de Hidalgo, al norte de la Ciudad de México. Dicha explosión se registró mientras los habitantes recolectaban combustible derramado. El saldo de víctimas del incidente es de 119.

En total, 30 personas permanecen hospitalizadas y 10 de ellas en estado sumamente delicado.

En más malas noticias para Pemex, la agencia Fitch redujo la calificación crediticia de la compañía a “AA”, con un panorama negativo. El descenso se atribuye al flujo negativo de dinero y al hecho de que su considerable deuda, en esencia, hace que la compañía sea insolvente, a pesar de contar con el respaldo del gobierno.